Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6433
6433 Nacimiento de Jesús.... Muerte sacrificial....
24 de diciembre de 1955: Libro 69
Ningún ser jamás podrá comprender qué amor infinito Me impulsó a descender a la Tierra y fijar Mi residencia en un pequeño niño, que ahora era Mi caparazón y permaneció hasta su muerte. La deidad Eterna se encarnó en una criatura formada por Ella Misma, Que Se formó en el libre albedrío de tal manera que permaneció digna de recibirme....
Quería descender a la tierra para traeros a vosotros la salvación en la mayor necesidad espiritual, y para esto necesitaba una forma que Me albergara.... porque tenía que permanecer entre vosotros como ser humano, debido a vuestra libertad de voluntad.... Y estad forma tenía que cumplir todas las condiciones para albergar dentro de sí el Espíritu más elevado del infinito sin perecer a causa de Mo poder de amor.... y así este ser humano tuvo que espiritualizarse primero por amor, para que Yo como el Amor mismo encontré en él el recipiente correcto, para que Me podía derramar, para que él Me podía albergar en sí mismo, sin perecer.
El niño Jesús nació sin pecado, fue concebido por Mi Espíritu, Mi voluntad y Mi poder Le permitieron llegar a la vida, y Mi Espíritu pudo tomar posesión del niño y expresarse a través de Él, aunque sea temporalmente para dar a quienes Lo rodean una señal de Su misión divina, y este Espíritu se desarrolló en el hombre Jesús, porque Su amor Le daba continuamente nuevo alimento.... Porque el amor de Jesús Me obligaba, por así decirlo, entregarme a Él en plenitud, de modo que el hombre Jesús ahora estaba lleno de luz y fuerza, de sabiduría y poder.... Ahora Yo Mismo obraba a través del hombre Jesús y todo lo que Él pensaba, decía o hacía era la fuerza de Mi Espíritu, era Mi fuerza de amor que todo lograba en Él, a la que nada era imposible....
Para Él no hubo límite después de la unificación Conmigo por el amor inmenso del hombre Jesús porque ahora Yo Mismo estaba en Él, y Mi voluntad era la Suya, Mi fuerza Lo llenaba, y así no habría nada imposible para el ser humano Jesús.... Y sin embargo, siguió siendo humano hasta que Su misión fue cumplida, hasta que murió la muerte sacrificial en la cruz para redimir a los seres humanos....
Cuando descendí a la tierra, comenzó un tiempo que ahora llega a su fin.... Comenzó el tiempo en que la Redención completa podría realizarse precisamente por la obra Redentora de Jesucristo.... Porque ahora Yo Mismo había venido a la tierra, y hablaba a la gente de manera enfática para ganármela.... Y los que Me escuchaban y seguían Mis Palabras podían ahora concluir su camino terrenal con su muerte física, podían entrar espiritualmente al reino espiritual, porque la vieja culpa les fui quitada a través de la muerte de Jesús en la cruz, lo que antes no era posible....
Porque la forma que Me había elegido como estancia sólo cubría lo Divino, que en realidad hablaba desde el hombre Jesús. Y lo Divino dentro de ello era Yo Mismo, y realmente Me era posible liberar a los seres humanos de una esclavitud que los había mantenido atados durante eternidades.... Por eso descendía las tierra, por eso elegí una forma humana en la cual realicé la obra de Redención para actuar en batalla abierta contra aquel que os tenía en esclavitud y que necesitaba un oponente fuerte para ser derrotado.
Por el gran amor hacia vosotros, como el espiritual caído, tomé Yo una forma humana, y por eso fue un momento de mayor emoción para todos los seres en el reino espiritual cuando el nacimiento del niño Jesús Me hizo descender a la tierra, y la creación entera se detuvo en el momento del nacimiento, porque fue un acto del más sublime amor y misericordia encarnarme en un pequeño niño.... Porque Mi Espíritu que controla todo el infinito, tomó residencia en este pequeño niño, y éste ahora comenzó su camino en la tierra en medio de los seres humanos, que eran de espíritu oscuro....
Y sin embargo quedó luz en Su corazón porque el hombre Jesús no abandonó a Dios porque Su amor era tan profundo que Él Me ató cada vez más a Sí mismo y finalmente se unió completamente a Mí.... de modo que sólo la forma externa era humana, pero el alma y el espíritu se habían unido completamente a Mí y por eso Yo Mismo caminé sobre la tierra y Yo os redimí mediante Mi muerte en la cruz....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise