Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6347

6347 Serias Palabras de Advertencia

5 de septiembre de 1955: Libro 68

Vuestros días están contados, a vosotros que camináis aún en la tierra. Estas Palabras a vosotros hombres no os asustan, porque no las creéis. Sin embargo debéis oírlas siempre, para que no podáis decir que no fuistéis avisados. Por muchos lados os llegarán tales exhortaciones, por tanto cada vez de nuevo pueden vuestros pensamientos ocuparse con ellos, pero no estaréis determinados a cambiar vuestros pensamientos y vuestro ser. Estáis de hacer lo que queráis, pero tenéis que responsabilizaros por vuestro actuar, precisamente por eso, porque no habéis quedado sin advertencia.

Vuestro Padre en el Cielo no os deja sin que seáis avisados correr en la perdición, de lo contrario Su Amor a vosotros sería limitado. Mas vosotros no queréis admitir a ningún Dios amoroso, y eso es vuestra perdición, no encontráis ninguna relación del Creador hacia Sus criaturas, vosotros negáis a un Dios, quien en sí es el amor, de otro modo os sería muy comprensible, que este Dios deje que os lleguen exhortaciones y advertencias, precisamente porque vosotros sois Sus criaturas, las cuales El no creó arbitrariamente, y los deja arbitrariamente morir otra vez, sino que cuya finalidad es única y exclusivamente el regreso a El.

El mayor mal es que vosotros hombres no queréis creer porque estáis entonces frente a todo reproche - no - excluídos, no hacéis caso a la Voz de Ese, al que no queréis admitir. Y la fe no se os puede proporcionar a la fuerza, ella sólo puede despertar a la vida por obras de amor. Por eso sólo se os tiene que gritar siempre: Llevad una vida en amor. Para ello sois aptos también sin creer, pero pronto ganáis la creencia en un Dios y Padre eterno, quien rige el mundo y también vuestro destino, el cual está en Sus Manos.

Cada hombre puede practicar el amor, porque se le ofrece abundante ocasión. Mas la disposición a amar es un instinto natural propio, que nada puede determinarlo. A ninguno os queda ya mas tiempo para obrar en el amor. Pero este corto espacio de tiempo, que aún os está concedido, debéis aprovechar diligentemente y no os arrepentiréis de ello. Debéis dar amor a todos vuestros semejantes, y ya no os parecería improbable, de que estéis poco antes del fin. Porque por el amor se hace viva vuestra fe, y por el amor se aclara vuestra mente y está bien dirigida.

Por eso, si creeís equívocamente que no podéis creer, entonces permitid un trabajo consciente a vuestra alma, para que siempre os esforcéis en hacer cosas buenas a vuestros semejantes, alegrándolo y haciéndole feliz, concediendole ayuda desinteresada, si se encuentra en apuros él. Haced todo a los hombres, por lo que vosotros mismos estaríais agradecidos, si esturvieseis en los mismos apuros. Y cada vez más digno de fe os será esto, lo que os anunciarán ahora como Verdad: De que estáis poco antes del fin. Dios sólo quiere ayudaros a la madurez del alma y El quiere preservaros de una suerte espantosa, la cual os tocará en suerte, si de todas las exhortaciones y advertencias de Su parte no se hace caso de ellas, si no creéis. Todo le es a El posible, pero no regalaros bienaventuranzas, en contra de vuestra voluntad, mientras permanezcáis con gusto en las tinieblas.

Amén

Traducido por Pilar Coors