6301 La Parroquia de Jesucristo
2 de julio de 1955: Libro 68
Es Mi Voluntad que Mi pequeña parroquia esté unida y agarrada firmemente, para que uno apoye al otro, ya sea espiritual y terrenalmente, que todos esten acampados alrededor de la fuente de la Vida y en ella se refresquen, que saquen de ella la fuerza que tanto más necesitan, cuanto más se acerca el fin. Y de que el fin llega, eso lo sabrá y creerá cada uno que se deja atraversar por Mi Agua de Vida, pues él vé más profundamente, y sabe por qué sucede el fin.
Y Yo quiero que ese saber, sea puesto en consideración a muchos hombres, que a todos se les ofrezca la bebida vital, a los que crucen vuestro camino. Y de cada uno de ellos depende, si quiere permanecer con vosotros o si quieren apartarse de nuevo de la fuente que a todos os ha abierto Mi Amor.
Repartid a todos el Agua de Vida que está corriendo de Mi Fuente. Divulgad a todos Mi Palabra que viene de la Altura y es llevada a vosotros, y cooperad para que el círculo de esos aumente constantemente, de esos a los que Yo puedo llevarles fuerza a través de Mi Palabra, porque Yo sé, qué necesariamente estarán todos ellos de fuerza en el tiempo que viene.
Todo lo que se pueda hacer, para llevar fuerza al mundo, Mi Evangelio, hacédlo, y Yo quiero bendecir por ello a cada uno de vosotros. Pues únicamente Yo lo sé que aún pueden ser almas salvadas, las que están enfermas y se refugian en la fuente saludable y sanan con el agua vital deliciosa.
Vosotros todos, los que recibís Mi Palabra directamente o por Mis servidores en la tierra, vosotros pertenecéis a Mi pequeño rebaño que será guardado por Su Pastor. Todos vosotros pertenecéis a Mi Iglesia, la que Yo fundé cuando caminaba en la tierra. Todos vosotros sois Mis discípulos del tiempo final, a los que Yo envío afuera con la misión de anunciar a los hombres Mi Evangelio. Sabed, Yo estoy con cada uno de vosotros que quiere ejecutar el trabajo para Mí y Mi Reino. Sabed, Yo os llevo a los que debéis refrescar con comida y bebida; sabed que cada uno puede ejecutar el trabajo en la Viña que se me haya ofrecido al servicio. Pero creed también que Yo necesito a cada uno de vosotros, porque hasta el fin tiene que ser hecho mucho trabajo y porque ese trabajo sólo puede ser realizado por hombres que están dispuestos a cumplir Mi Voluntad, los que reciben por lo tanto instrucciones de Mi Mismo.
Creédlo que Yo sé bien lo que le es provechoso a las almas extraviadas, para que se haga luz en ellas y os dé Yo siempre en la mano el remedio que en ellas resulta eficaz. Creed que Yo siempre hablaré a ellas, a través de vosotros, las Palabras apropiadas, por eso, a todos vosotros será dirigida Mi Palabra, de tal modo que pueda Yo hablar a cada hombre directamente, y Mis Palabras, en verdad, que no dejarán de tener su resultado, tan sólo y si la voluntad es buena y Yo vea la posibilidad de que el hombre pueda ser salvado.
Actuar juntos con fuerza unida, en cooperación, y estad seguros que Yo también estoy en medio de entre vosotros, y de que Yo Mismo invito a los hombres a que vengan a la fuente del amor y se dejen allí refrescar y deleitar.
Estad seguros que Yo bendigo todo servicio para Mí y Mi Reino, servicio, ya sea espiritual o terrenal, y trabajad solícitos por tanto en Mi Viña, pues el tiempo de la cosecha ha llegado, y muchos segadores necesito Yo, que actúen aplicados, porque ya no queda mucho tiempo más hasta el fin.
Amén
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