Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6267
6267 El comienzo y el final de una época de redención están muy separados...
27 de mayo de 1955: Libro 67
Los periodos individuales de redención tiene lugar a intervalos prolongados por lo que el comienzo de uno apenas se prueba al final, porque esto también es necesario para que las personas se mantengan libres en su creencia. Porque un final seguramente esperado determinaría la voluntad de la gente. Sin embargo no se ha perdido el conocimiento del final del periodo anterior, por lo que cada uno puede aceptarlo si así lo desea. Y nadie podrá probar que el fin de la época pasada no tuvo lugar... Por eso el inminente fin de esta tierra sigue siendo una cuestión de fe y es por eso que la necesidad espiritual es tan grande porque el fin es inminente y la gente apenas cuenta con eso y tampoco se prepara...
Y el tiempo actual se manifiesta igualmente como antes de cada fin... se levantan profetas y videntes que, impulsados por su espíritu, señalaron a lo que está por venir... pero, como siempre, no encuentran fe porque todo lo espiritual está infinitamente lejos para las personas y su pensamientos y aspiraciones terrenales no permiten ningún “fin de la tierra” porque simplemente no quieren creerlo y tampoco se les puede y no se les debe probar... Nadie sabe la hora y el día exacto, pero muchos saben, que no están muy distantes. Estos también solo lo creen y, sin embargo, está firmemente convencidos de ello interiormente, porque su conocimiento espiritual , el grado de su reconocimiento, también se puede leer en el Plan de Salvación de Dios y pueden seguir la causa y el efecto y, por lo tanto, también saben que el fin es inevitable, porque no se trata solamente de los humanos de esta tierra, sino por el desarrollo ascendente de todo lo que todavía está atado en las obras de creación...
El hombre que sabe, que está en el conocimiento todo lo persigue con diferentes ojos, y sólo se da cuenta que todo sucede de acuerdo con la ley divina. Pero no puede transferir su conocimiento a personas cuyo grado de conocimiento es tan bajo que todavía están ciegos en el espíritu... que solo creen lo que pueden ver y probar y no tienen sentido para lo espiritual. No puede transferir su pensamiento y conocimiento a sus semejantes, pero sí que puede amonestar y advertir, porque puede señalar el final inminente con plena convicción, como es de esperar...
La conclusión de un periodo de redención y algo que las personas aún no han experimentado que parece difícil creer que sea posible y, por lo tanto, también parece increíble para las personas. Y no importa cuán claras sea las señales de antemano, estas tampoco serán respetadas por parte de la humanidad incrédula... Pero peor será el horror cuando se cumpla lo que los videntes y profetas anunciaron mucho antes de esto. Y, sin embargo, no se puede hacer nada para preparar a las personas para ello, excepto que constantemente se les da el conocimiento de la Palabra de Dios, Quien por lo tanto solo La guía a la tierra para encontrar la fe, porque la gente ya no es creída.
Por eso Dios habla a las personas, pero también de tal manera que no se ven obligados a creer, sino que pueden creer si están dispuestas. Y esta es la última oportunidad para acercar a las personas a un conocimiento que podría determinarlas a cambiarse y buscar por sí solo el camino hacia arriba... un conocimiento que les daría la explicación correcta y esto les significaría todavía ayuda y rescate antes del hundimiento... Pero la Palabra de Dios tampoco es reconocida y por lo tanto no aceptada... y la humanidad se acerca a la perdición, continua luchando solo por la materia, y la materia se convertirá en su morada si ha llegado el fin, cuando comience una nueva época de redención, como está previsto desde la eternidad en el Plan divino de Salvación, para que todo llegue a la bienaventuranza lo que aún permanece en la infelicidad...
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise