Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6154
6154 Humildad.... Arrogancia....
4 de enero de 1955: Libro 66
La humildad es la forma más fácil de llegar a Dios, pero la arrogancia es el camino que se aleja de Él. Porque la arrogancia es parte de aquel que una vez cayó, que quiso reinar y ya no reconoció a Dios, que se elevó por encima de Él y, por lo tanto, se sumergió en lo más profundo.... pero la humildad reconoce a Dios y se inclina bajo Él.... Ella se esfuerza hacia Él y no se siente digna de Su cercanía.... y es por eso que una persona humilde encuentra el placer de Dios, Él Mismo se inclina hacia él y lo levanta, le da gracias sobre gracias y continúa ayudándole a alcanzar la altura....
Y ahora vosotros, los humanos, vais a entender que una persona arrogante nunca puede llegar al Padre porque él mismo crea una barrera entre él y Dios.... Él mismo no se cree estar en un nivel bajo, estar convencido de su valor de que no necesita ni pedir ni agradecer, tanto a Dios como al os demás seres humanos.... se siente sublime y, por lo tanto, tiene las manos vacías, porque no pide piedad y tampoco la usa, si se le ofrece.... porque no cree que lo necesite. Y, por lo tanto, en su arrogancia tampoco recibirá gracias.
Un niño humilde agrada al Padre, pero un niño complaciente no lleva amor para Él y, por lo tanto, no puede reclamar el amor del Padre, que se expresa en el don de la gracia.... pero cuán rico es un hombre humilde, a quien Dios Mismo Se dirige en Su amor y lo considera con todo lo que necesita.... en la humildad está el reconocimiento de Dios como Creador y Padre de la eternidad.... en la humildad también está la confesión de la culpa anterior.... un niño humilde se siente infinitamente distante del Padre y reconoce, por así decirlo, su estado imperfecto, su indignidad para disfrutar la cercanía del Padre.
Pero un hombre que reconoce su culpa y su deficiencia busca ayuda y perdón. Él nunca creerá de mente arrogante de estar en el derecho o caminar correctamente en la tierra.... él siempre reconocerá su propia insuficiencia y, por lo tanto, le rogará suplicante al Padre para que el Padre tome a Su hijo y tenga piedad de él.... entonces reconoce a Dios como su Padre desde la eternidad, se aleja del que lo había arrastrado a las profundidades.... quiere subir hacia arriba nuevamente, y también logrará su objetivo, porque a un hombre humilde se da gracias ricamente, que le proporcionan la fuerza en el camino hacia arriba.... a Dios, de Quien una vez comenzó, pero Le juzgó mal y por eso pecó contra Dios.
Un hombre humilde recibirá gracias sin medida, pero a un hombre arrogante se le debe negar las gracias hasta que deje de lado su arrogancia, hasta que humildemente se doblegue en el conocimiento de su debilidad e imperfección.... solo el camino de la humildad conduce a Dios.... solo el humilde encuentra gracia con Él, porque está cerca del corazón del Padre y Le confiesa de todo corazón.... Amén
Traducido por Meinhard Füssel