6124 Palabras de consuelo. Sufrimiento. Enfermedad. - UNION CON DIOS
2 de diciembre de 1954: Libro 66
CONFIaros todo el tiempo a Mí, para que os conduzca por buenos caminos. Aunque bien parezca que decidís vosotros mismos vuestro destino, como si pudieráis dirigir vuestra vida terrena en otro curso .... Mientras os unáis a Mí, en tanto que anheléis tener contacto Conmigo os dirijo Yo, y vosotros ejecutáis sólo Mi voluntad, que en cierto modo os pongo en el corazón porque hacéis que esto sea posible al volver hacia Mí vuestra voluntad.
Quien se une una vez a Mí, quien quiere estar en contacto Conmigo, ese puede estar despreocupado sobre su vida ulterior y destino, porque éste se desarrolla de tal manera para que su alma pueda sacar provecho de todo y que también lo sacará, si el hombre confia en Mí fielmente, si se subordina libremente a Mí y a Mi gobierno; si él vive Conmigo su vida; si constantemente piensa en Mí y se esfuerza en ganarse Mi amor. Entonces a él le pertenece todo Mi amor, que únicamente quiere la salvación de su alma, que consiste en la consecución de la bienaventuranza eterna.
Creédme que en la vida terrena solamente tenéis que luchar si no servís libremente; así que la lucha os puede estar evitada, si estáis activos en un servicio de amor al prójimo; no obstante sufrimientos y enfermedad pueden aún contribuir a la purificación del alma pero que con todo esto es soportable si de ese modo buscáis refugio en Mí. Siempre estoy aquí presente para vosotros en todas las penas terrenales y espirituales, y Yo quiero que a través de ellas os unáis cada vez más entrañablemente a Mí, hasta que estéis tan firmemente unidos que continuamente pueda caminar a vuestro lado y podáis mantener una plática Conmigo; para que siempre seaís conscientes de Mi presencia, es decir, llevar ahora una vida en Mí y Conmigo.
Todos los acontecimientos deben contribuir a que os unáis insolublemente a Mí y entonces nada os puede inquietar o asustar porque la conciencia de Mi constante cercanía os da fuerza y seguridad en todo lo que emprendáis. Vuestra voluntad será la Mia, porque os subordináis totalmente a Mi voluntad y por eso querréis, pensaréis y actuaréis sólo como está bien ante Mis ojos.
Amén.
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