Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6012
6012 Oración en silencio.... Confesión ante el mundo....
30 de julio de 1954: Libro 65
Los que me dirigen oración lo deben hacer en espíritu y en verdad.... Lo que sale de lo más profundo del corazón es lo único que me agrada, y también llega a Mi oído.... Por lo tanto, sólo miro el corazón humano y no presto atención a las palabras pronunciadas por la boca si el corazón no está involucrado. Si ahora ustedes son capaces de aislarse completamente del mundo para mantener un diálogo íntimo Conmigo, entonces me alaban sin palabras ya a través de su voluntad de entrar en contacto Conmigo, entonces es una oración silenciosa que me dirigen con el pensamiento, una verdadera adoración que trae ricas bendiciones a vuestra alma, porque el contacto conmigo les permite adueñarse de la fuerza y la gracia que el alma siente como ayuda para madurar. Este modo tan íntimo de orar es la oración correcta que me agrada, porque entonces se habrán acercado a Mí por ustedes mismos, tan cerca que les puede tocar la fuerza de Mi amor, que les atrae cada vez más íntimamente a Mí. Si quieres hablar conmigo, el lenguaje de la boca es verdaderamente superfluo, pues fácilmente puede querer ocultar o fingir algo que Yo reconozco,
pero que no tiene por qué ser evidente para el prójimo, por lo que éste se engaña fácilmente y luego utiliza a su vez la misma forma de oración.... Entra en tu habitación si quieres rezar.... Retírate en el máximo silencio, allí me encontrarás mucho más fácilmente y podrás comunicarte conmigo como un niño se comunica con su padre.... y me lo contarás todo sin timidez y con confianza infantil.... y encontrarás respuesta a tus peticiones, porque tus oraciones llegarán ahora a Mi oído.... Porque se lo he asegurado a ustedes con las palabras: Vengan a mí, los que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.... Así que a quien viene a Mí, Yo también cumpliré Mi promesa, y esto será tanto más evidente cuanto más confiadamente se acerque a Mí, cuanto más íntimamente se una a Mí y se confíe a Mí en un diálogo silencioso. Lo hablado con la boca les servirá para comunicarse entre ustedes.... Pero no necesito palabras, porque lo sé todo, veo en tu corazón y leo tus pensamientos, y así no puedes engañarme con palabras, por muy bellas que sean...., como tampoco son necesarias las palabras si quieres alabarme y glorificarme...., porque un agradecimiento silencioso, una llamada humilde a Mí, una vida según Mi voluntad, una fe que ha cobrado vida a través del amor Me deleita verdaderamente y lleva implícitamente incluídas la alabanza y la gloria. Pero ustedes deben confesarme con la boca ante sus semejantes.... Cuando se trata de tu actitud hacia la fe, debes confesarme libre y abiertamente y no temer las consecuencias de tu confesión.... Porque esta confesión será un incentivo para tus compañeros que todavía son débiles en la fe, y al mismo tiempo es una prueba de que te mantienes en la verdad, de que no quieres parecer exteriormente en desacuerdo con tu pensamiento interior, con tu convicción. Debes ser siempre sincero y ponerme a Mí y a Mi nombre por encima de todo cuando se te exija esta confesión.... Sin embargo, lo que tienes que decirme puede ser sometido a Mí en silencio y en secreto, porque quiero escuchar la voz del corazón, no sólo meras palabras pronunciadas por la boca cuando el corazón no está involucrado. Y tales oraciones tienen una fuerza inmensa cuando resuenan unidas a Mí.... cuando la gente se reúne para apelar a Mí por una petición específica.... cuando todos piden lo mismo desde lo más profundo de su corazón, cuando envían la misma petición a Mí, aunque sea una llamada corta.... La escucharé y responderé, así como me recen en espíritu y en verdad....
Amén
Traducido por J. Gründinger