Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/5889

5889 CURACION DE ENFERMOS EN NOMBRE DE JESUS

27 de febrero de 1954: Libro 64

Poned al enfermo las manos en Mi Nombre y bendecidlo, y la FUERZA de vuestra fe lo curará, porque soy Yo Mismo al que confiáis al enfermo y Mi fuerza es ilimitada y puede obrar ilimitadamente así que creáis. Lo que hacéis en unión Conmigo, eso tiene que dar éxito. Os sentís vosotros también íntimamente unidos a Mí? Esa es la cuestión que tengo que haceros, porque únicamente de eso depende la fuerza de curación de la enfermedad, depende de vosotros mismos, que hagáis posible el restablecimiento del ser semejante, porque vuestra fe tiene que tener tal fuerza que me sintáis vivo junto a vosotros y unidos a Mí actuéis en cuanto pronunciéis Mi Nombre, bendiciendo al enfermo en Mi Nombre ....

He llegado a ser un Dios tan lejano a la humanidad que no es más capaz de tener comprensión para eso, si un hombre está tan unido a Mí que pueda aprovechar Mi fuerza según su voluntad, e incluso mis fieles pueden raramente reunir esa firmeza de fe en no dudar ni un momento de que Yo los apoyo si es que quieren ayudar al ser semejante. Son por eso muy pocos los que disponen del don de curación, precisamente porque disponen de Mí y de Mi fuerza si la necesitan.

Y en el tiempo final se ha hecho muy pequeña la fe en Mí entre los hombres, que un hombre profundamente creyente que dispone de una fuerza desacostumbrada, llama tamién la atención de sobremanera, de tal modo que logra un gran éxito espiritual conduciéndo de nuevo a los hombres a la fe, a Mí y a la fuerza de Mi Nombre, o tendrá muchos enemigos de aquellos que carecen de toda clase de firmeza en la fe pero que sólo para sí mismos se toman el derecho de anunciar a los hombres Mi Nombre. Y a estos últimos hay que sentenciarlos más que a los incrédulos porque ellos me conocen y elogían y sin embargo no tienen una fe viva en Mí, solamente sostienen palabras que en ellos mismos todavía no están vivas por las que se reconociera también su eficacia. Todavía no han hecho ellos la prueba de lo que es capaz una fe viva, y si un hombre les da tal ejemplo, lo persiguen porque sienten su superioridad espiritual, porque llenos de envidia reconocen Mi asistencia, de la cual no han tomado derecho para sí. Y en el último tiempo antes del Fin se multiplicarán también los hombres en los que tendrán efecto los dones del Espíritu; en hombres que se unen tan entrañablemente a Mí, que todo lo que hacen, ejecutan Conmigo, en Mi voluntad y bajo la invocación de Mi Nombre. Y se mostrarán como Mis enviados haciendo mucho bien en toda clase de formas, porque todo lo que piensan, hablan o hacen (hombres llenos de Su Espíritu), se refiere a Mí y a Mi Reino .... y todo delata una fuerza especial, sobre la cual dispone a causa de dejarme que Yo Mismo obre en él o a través, de él, (porque) su fe en Mí y en la fuerza de Mi amor es tan fuerte que le fluye ilimitadamente, y también porque ahora ya puede ayudar a sus semejantes en una forma sobrenatural; quien está pleno de amor hacia ellos y ese amor le transmite directamente la fuerza que sale de Mí; así que le es posible efectuar todo.

Amén

Traducido por Pilar Coors