Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/5554
5554 Bendición en el otro mundo del saber espiritual
12 de diciembre de 1952: Libro 61
Lo que Mi Espíritu os manifiesta, es para vosotros un saber espiritual que os hará indeciblemente dichosos una vez, así que trabajéis con él en el Reino espiritual para bendición de todos los que aún están sin saber.
La pura Verdad se encuentra rara vez en los hombres de la tierra y por eso tampoco en el reino del otro mundo, antes de que los hombres estén en el estado de luz. Pues luz significa sabiduría y todo pensamiento erróneo es una sombra que oscurece la luz, aun cuando un alma ya sea translúcida. Pero antes que no haya desterrado el último pensamiento erróneo, está la luz todavía opaca temporalmente y el alma tiene que abrirse primero a la Verdad por completo, tiene que apropiarse de un saber verdadero, antes que ella misma pueda obrar ahora como portadora de luz en el reino espiritual.
Por eso es una Gracia inmensa de poder entrar en el otro mundo con un saber espiritual, porque eso significa tanto como llevar un luminoso vestido de luz que luce en todas partes y propaga de nuevo luz. Su actividad particular puede ella ejecutar en seguída, ella puede enseñar a los que no saben y obrar allí bienhechoramente, donde aún está la tiniebla o se está entre dos luces.
Pues en el reino espiritual encontraréis también escépticos haciendo frente a mentirosos, a los que podéis sacar del error. Pues este saber es el resultado de las Revelaciones mediante Mi Espíritu. Y en ellas yace una fuerza de convicción a la que apenas puede resistir un ser, a no sea que ese huya de la Verdad como representante del príncipe de las tinieblas, pues semejantes seres también hacen frente a un iniciado, para apagar su luz, lo cual se creen que pueden. Y a tales seres sólo por un portador de luz de los puede dar aclaración, el que ha recibido de Mí Mismo su saber.
Por eso hay en Mis manifestaciones, en Mi Palabra que Yo os dirijo, una fuerza enorme, que puede derribar sólidos muros, porque Yo Mismo hablo a esas almas, si me prestáis vuestra boca, si en Mi Voluntad le exponéis a las almas de las tinieblas Mi Evangelio del mismo modo como vosotros mismos lo habéis recibido de Mí.
Pues él es la pura Verdad y ésta convence también a un alma que ha estado hasta ahora en un pensar erróneo, porque siente una satisfacción interior, siente simultáneamente la Verdad como un beneficio y favor, se abre en ella la comprensión para ella, no puede dudar, lo que en cierto modo recibe de Mí.
La fuerza de Mi Palabra produce un efecto que salta a la vista, el alma está penetrada de luz interior repentinamente, y en lo que antes le faltaba la comprensión, eso le es ahora claro de repente y con alegría lo acepta.
Tan grande es la desgracia y confusión que ocasionan las doctrinas herejes, tan feliz y comprensible es la Verdad.
Y la Verdad estará siempre allí, donde Mi Espíritu puede obrar, la Verdad será siempre, lo que Yo revelo a los hombres a través de Mi Espíritu. Por eso permaneced concientes de la Gracia que en exceso recibís y trabajad con este Don de Gracia divulgando Mi Palabra, llevad la luz en las tinieblas, eclareced a todos, dádles la Verdad que de Mi Mismo habéis recibido y sed activos en bendición de todos los que aún caminan en la tiniebla del espíritu.
Amén
Traducido por Pilar Coors