5434 Permaneced en el amor, entonces permanecéis en Dios....

10 de julio de 1952: Libro 60

Permaneced en conexión eterna con el amor eterno, en el sentido que estáis continuamente activos en el amor, y siempre estaréis inundados de fuerza y podréis obrar para la bendición de los semejantes. A quien Dios le da un oficio también le da la fuerza para administrarlo, sin embargo el suministro de fuerza depende del grado de amor de una persona. Pero incluso la asignación de un cargo tiene como condición básica la actividad amorosa de la persona, de lo cual uno puede reconocer que no se permite apagar el amor, que el amor es lo primero y lo será para siempre.

Y es por eso que primero debéis esforzaos de aumentar vuestro grado de amor, debéis cuidaros de la necesidad de vuestro semejante, debéis darle ayuda espiritual y terrenal, debéis consolar a los tristes, levantar a los abatidos, fortalecer a los débiles, debéis hacer todo lo que ayude a reducir el sufrimiento, y ayudar a los demás seres humanos a soportar el sufrimiento con un estímulo amoroso y bondadoso, que se levantan en vuestro amor, así que siempre sienten la fuerza del amor. Solo así mantendréis la conexión con el amor eterno, solo así podrá llenaros cada vez más e irradiar su Espíritu sobre vosotros, solo así también os inundaréis de la fuerza que os capacita para hacer el trabajo en la viña del Señor, hasta que llegue vuestra hora en que Dios os llame a trabajar en el reino espiritual.

Mientras estáis viviendo en la tierra podéis incrementar vosotros mismos el grado de amor, porque no carecéis de fuerza vital, que debéis usar para obrar en amor. En el reino espiritual os falta la fuerza para hacerlo si aún no estáis maduros, y por eso vuestra suerte es entonces muy difícil; pero en la tierra tenéis plena libertad y podéis actuar a voluntad, porque disponéis de la fuerza para hacerlo. Usadla bien, es decir, haced solo el bien, no malgastéis vuestra fuerza vital en malas acciones, no la dejéis ociosa sin hacer nada por holgazanería, porque un día os arrepentiréis amargamente de no haber usado vuestra fuerza vital en acciones rectas y agradables a Dios....

Y recordaos que atraéis a Dios Mismo hacia vosotros tan pronto como practicáis el amor, porque Dios Mismo está en cada obra de amor.... Dios es el amor, y es por eso que debéis vivir en el amor para que viváis en Dios, el amor eterno.... pero entonces Dios Mismo también estará dentro de vosotros y llenaros con Su fuerza, que puede manifestarse corporal y espiritualmente, pero siempre os ayudará a ascender. Porque si estáis físicamente lleno de fuerza, ahora también la usaréis para obrar en amor, porque ahora Dios Mismo está activo en vosotros, porque os impulsa a dar amor.... para irradiar lo que está dentro de vosotros.

Y vuestro vínculo con Dios será irresoluble, porque en esto consiste la fuerza del amor divino que encadena a sí misma con un poder irresistible todo lo que está llena de ella, que entonces el hombre nunca jamás puede separarse del amor eterno, si se ha conectado una vez con él, cuando su ser se ha transformado en amor. Entonces se ha vuelto perfecto y ya no necesita la escuela del espíritu en la tierra, entonces será llamado por el amor eterno y ahora se le permitirá habitar en su vecindad, constantemente irradiado a través de su fuerza e inexpresablemente dichoso, porque ahora puede obrar en la voluntad de Dios, con Su luz y Su fuerza....

Amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

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