Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/5148

5148 Jesús...Transformación de criaturas a niños...

11 de junio de 1951: Libro 58

Representad a Mí y a Mi nombre ante el mundo, y luego Yo os representaré un día en la eternidad, ante Dios, el todopoderoso Creador del cielo y de la tierra, de Quien surgieron todas las criaturas a quienes volvió a dar una vida independiente.

Así también Yo, el hombre Jesús, era un ser independiente creado por Él, tanto en cuerpo como también en alma. Había emanado de la fuerza primaria eterna para hacer una prueba de uso de fuerza en el ser independiente, que tenía como objetivo una completa deificación, para finalmente fusionarme Yo Mismo de nuevo con la fuerza primaria y como tal poder crear y diseñar, para gobernar sobre innumerables espíritus creados originalmente, sobre innumerables mundos y todos sus residentes.

Como el ser humano Jesús pasé esta prueba de uso de fuerza, porque usé todas las capacidades que un hijo de Dios ha recibido a través del infinito amor paternal para su vida terrenal, y dirigí el flujo inconmensurablemente de Dios hacia Mí... Yo Mismo determiné al Amor eterno a esta entrega porque la deseé con toda la fuerza amorosa de Mi corazón y el Amor eterno no pudo resistirme porque se da a Sí Mismo a cada hombre que lo desee...

Como ser humano pronuncie las Palabras: “Nadie viene al Padre sino por Mí...“. Os prometí a vosotros, los humanos, que pediré al Padre por vosotros que os confesara si Me confesáis a Mí y Mi nombre ante el mundo. Porque sabía que alcanzaría el último objetivo en la tierra, la Deificación de Mí Mismo y que entonces, estando en asociación con la Deidad eterna, también puedo daros lo que pedís en Mi nombre, es decir, bajo la invocación de Mí Mismo... Porque Mi Padre y Yo somos uno...

El fuego del amor consumió todo lo que aún se interpuso en el camino de una unión completa. Cuerpo y alma se habían espiritualizado durante Mí andar por la tierra y se habían convertido en la misma sustancia del Espíritu de amor eterno e infinito del que todo había surgido. Como el ser humano Jesús, Él obraba en Mí y Yo obraba desde Él y con Él... pero lo que obraba era Su Espíritu, el eterno inexplorado Espíritu de amor, Quien es ilimitado, Quien por lo tanto tampoco estaba atado en ninguna forma, Quien gobernaba todo el infinito, quien fue poder y luz, amor y voluntad, Quien se expresó en la creación de innumerables seres espirituales...

Yo también fue un ser creado así, un hijo de Dios, a Quien le fueron reveladas todas las glorias de Su amor, pero Quien también se confesó a él de libre albedrío cuando el ejército de espíritus originalmente creados se rebeló contra Él en la conciencia de la abundancia de poder, lo que lo hizo arrogante y lo hizo caer. Yo había emergido de la irradiación del amor de Dios, que me atraía poderosamente hacia Él. Fui expuesto libremente como un ser independiente, pero una y otra vez fui atraído de regreso a la Fuente original de la fuerza, Que Me llenaba de alegría y que no pude de ver.

Pero también vi la apostasía de lo espiritual, vi como el poder divino del amor fluyo en innumerables creaciones, y supe cuál era el propósito de esta creación, que debía servir para traer de vuelta a lo espiritual caído. Y Mi voluntad de amar se hizo abrumadora, de poder participar en la redención de este espiritual... de crear oportunidades para que retomará el punto de vista que lo espiritual había renunciado voluntariamente. Conocí el eterno plan de Salvación de Dios, del Amor eterno y engendrador de seres semejantes a Dios, que querían apartarse de Su expresión de amor...

Abandonaron voluntariamente su asociación con Dios y, por lo tanto, perdieron su divinidad. En consecuencia, se volvieron impotentes y sin luz, y este espiritual impotente y sin luz, que huía del amor de Dios, se endurece en una sustancia sólida, que todavía era espiritual en sí misma, pero incapaz de una actividad creadora y diseñadora... Pero el Amor eterno tomó esta sustancia y la formó según Su voluntad en creaciones de las más diversas especies. Otra vez el inconmensurable amor de Dios estaba obrando, y Su sabiduría la determinó a incluir lo espiritual que quería huir de Él en un proceso de transformación, cuyo fin es una repatriación completa de lo espiritual a su salida.

Este plan de Salvación Me hizo feliz y el amor por lo espiritual caído Me movió a ayudarlo si debiera fallar... Yo sabía de Mi misión como ser hombre Jesús desde el principio, porque Me ofrecí por ella, pero como sabía también de la unión con el Amor divino, que debería coronar esta obra Mía... (11.06.1951) Porque el ser ciertamente fue creado por Dios, el Amor eterno, pero sólo para, puesto fuera, alcanzar la independencia y en esta independencia esforzarse hacia la fuente original de la fuerza del amor y poder obrar en mayor medida con ella, en el mismo principio pero con una fuerza cada vez mayor.

No es una condición dependiente obrar en unión con el Amor eterno, y sin embargo un cooperación con Él; la conciencia del “yo” del ser permanece y, sin embargo, se fusiona con Dios cuando ha alcanzado el grado de perfección, cuando se ha espiritualizado completamente a través del amor... Entonces se ha convertido en la imagen de Dios, y sin embargo, no se puede hablar de varios Dioses, porque divinizar significa lo mismo que una fusión completa con Él...

Como ser una vez emané de Dios, pero en Dios encontré Mi objetivo; En cierto modo, lo creado en su libre albedrío ha entrado en el estado, que su fin, pero que jamás podrá ser creado por Dios, porque la perfección en este grado tiene como prerrequisito el libre albedrío, o también... existe una diferencia entre una criatura y un niño de Dios, la imagen del Padre... que de nuevo encuentra su fin último en la fusión total con el Padre. Yo como hombre en la tierra Me he esforzado por este objetivo en completa libertad de voluntad y lo conseguí, de modo que el Padre y Yo nos hemos convertido en uno, y al mismo tiempo se le concedió una ayuda a la humanidad que fracaso en el proceso de cambio, que se extendió a todo lo espiritual atado, que se había vuelto débil e indefenso al apartarse de Dios...

Como ser humano le llevé esta ayuda porque renuncié al poder y la capacidad divino hasta que se cumpliera la obra de redención para mover a los hombres a volverse hacia sí mismos para que ellos también se esforzasen por la meta, que es el sentido y el propósito de la vida terrenal... la unificación con Dios a través de la auto formación al amor, que lo diviniza todo y aumenta constantemente la fuerza porque se une con la Fuerza primaria de la cual emanó una vez...

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise