Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4962
4962 Gracias del tiempo final
3 de septiembre de 1950: Libro 56
Todavía hay un tiempo de Gracia, porque el final aún no ha llegado, y el hombre todavía tiene la posibilidad de entrar en el camino correcto que lleva hacia arriba. Aún están a su disposición los medios de la Gracia para poder alcanzar su meta.
Todavía puede el ser humano escoger lo que crea que es conveniente para la salvación de su alma. Todavía puede aspirar a la altura; si su voluntad está dirigida hacia lo Alto, se le ayudará de una manera u otra.
Todavía hay un tiempo de Gracia. Pero pronto se acabará y entonces sucederá de manera irreversible lo que está determinado desde la eternidad; la sustancia espiritual que todavía camina ahora en la Tierra como hombre, entonces será ligada de nuevo a la materia. Como esto es de una importancia tremenda, no es posible explicarlo claramente a los hombres y sólo a través de advertencias y avisos puedo Yo, a Quien poco creéis, influir sobre vosotros.
Y siempre deseo volver a llamaros la atención: Aprovechad el tiempo de la Gracia y escuchad mis Palabras que os serán anunciadas a través de videntes y profetas: el tiempo para que llegue el fin es corto.
Reconoced mi Amor en el hecho de que siempre os envío amonestadores y avisadores porque quiero salvaros de un destierro repetido de mis Obras de Creación. Aprovechad el tiempo de la Gracia en el que todavía podéis cambiar según mi Voluntad.
Mientras que todavía exista esta Tierra también podéis apelar a mi Amor y a mi Gracia, a mi Paciencia y Misericordia, y si rogáis por vuestro bienestar espiritual y pidáis mi apoyo, nunca seréis desoídos.
Os lo daré abundantemente pues me apena vuestra situación y vuestro pavoroso destino, si falláis y si hasta el final persiste vuestro rechazo hacia Mí. En el tiempo de la Gracia Yo aplico todos los medios que os pueden ayudar si no oponéis resistencia en contra Mía.
Todavía irradian lucecitas aisladas que pueden iluminar la oscuridad de vuestro camino si vosotros mismos no las apagáis. Todavía aparecen una y otra vez guías en vuestro camino, emisarios Míos, quienes, por encargo Mío, os dan el ejemplo de su conducta para que no escojáis el camino equivocado hacia el abismo.
Invariablemente estoy dispuesto a ayudar con mi Gracia a aquellos que me llaman cuando están en la miseria o vacilan en la encrucijada de caminos; sin embargo, el tiempo de la Gracia pronto llegará a su término. Cuando cada alma se encuentre sola el día del Juicio, tendrá que quedarse tiempos infinitos en la Luz o en la oscuridad.
Entonces mi Amor y Piedad retrocederán ante la Justicia, se cerrarán las puertas del Reino espiritual para quienes no han aprovechado el tiempo de mi Gracia, y el alma renegada tendrá entonces que tomar el camino irremisible que Yo le quise evitar, el camino a través de la Creación para regresar lentamente hacia Mí.
El alma tendrá que volver a recorrer una vez más el camino de la superación en el más grande tormento del mayor cautiverio, porque no hizo caso a mis advertencias y avisos, porque no aprovechó mi Gracia, porque rechazó mi Amor.
Amén.
Traducido por Meinhard Füssel