Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4929
4929 Amor de Dios.... Revelaciones.... Mediadores....
9 de julio de 1950: Libro 56
Ese es Mi amor por vosotros, que os hablo constantemente y elijo a las personas a través de las cuales puedo revelarme a vosotros. Todos vosotros no podéis medir cuanto necesitáis Mi aliento, Mis amonestaciones y advertencias, Mis instrucciones y explicaciones, ya que todos vosotros os encontráis en un estado de ignorancia, que quisiera remediar. Quiero hablaros y no podéis oírme. Vivís en un mundo donde no podéis escuchar Mi voz porque está ahoga por la voz del mundo. Solo unos pocos abren su corazón y escuchan lo que quiero decirles. Y estos son los mediadores que hacen posible que se establezca una conexión entre vosotros y Yo.
Yo os hablo a todos vosotros por medio de estos mediadores, pero vosotros hombres, no lo creéis y dudáis de la Palabra que sale de Mí Mismo y que ahora os es ofrecida. El Padre habla a Sus hijos y ellos no reconocen Su voz.... La confusión entre los hombres es grande, ven lo que está bien como mal, reconocen lo que está mal y no se dejan convencer del error. No tienen juicio y, sin embargo, presumen juzgar los envíos divinos. La oscuridad es grande y, sin embargo, tratan de extinguir la luz que envió a la oscuridad para ayudar a la humanidad a encontrar el camino correcto.
Y esta circunstancia es también una señal del fin, que ya no Me reconocen en ninguna parte y equiparan Mi obra con la obra de Satanás que consideran todo lo divino como un engaño de Satanás, pero no quieren ver su evidente contrapartida. Ellos mismos pasan apáticamente por un milagro y hasta cierto punto son ellos mismos adictos a M oponente, que les nubla la vista y trata de oscurecer la luz. Pero protejo Mi portadores de luz, no tolero que sean atacados, ellos obran para Mí, y por lo tanto también los apoyo a ellos y a su obra.
Y por mucho que luche el adversario contra la verdad, contra Mis siervos y profetas, ellos trabajan en Mi nombre y por eso no deben temer que los dejaré sin fuerzas, que perderán en la lucha contra Mis enemigos.... ellos Me sirven, y como su Señor Yo los protejo de todo ataque, como también los doto de toda sabiduría y por eso les doy un arma con la cual lograrán la victoria sobre el enemigo. Porque pelearán con la espada de su boca y el escudo de la fe los cubrirá, Yo Mismo pelearé a su lado y por tanto la victoria también será nuestra....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise