4904 Exhortación a la constancia en la fe
24 de mayo de 1950: Libro 55
Todo lo que por amor a Mí tengáis que sufrir, os será todo devuelto. Por lo tanto permaneced constantes, y pensad siempre en que os pueden bien quitar el cuerpo, pero no el alma, que bien pueden matar al cuerpo, pero el alma no sufre muerte alguna por su enemigo. Permaneced constantes en la fe en Mí como Hijo de Dios y Salvador del mundo, pues esta fe os la quieren quitar se impedirá el saber sobre Mí y sobre Mi Obra Redentora, quieren excluírme a Mí de los pensamientos de los hombres, y eso quieren conseguirlo con medidas brutales, las que son muy apropiadas para hacer dudar a los que son débiles en la fe. Pero entonces confiad en Mí, Yo, el que os asiste en toda necesidad terrenal y puede protegeros contra toda medida de represión, si lo juzgo por bueno.
Fortaleced vuestra fe, dejádla que llegue a la firmeza en que esté por encima de todo lo que el mundo quiera haceros. Pensad en Mis Palabras: Yo quiero devolveros todo lo que por amor a Mí tengáis que sufrir. Si vuestra fe es fuerte, no os afectan tales medidas del poderoso terrenal, no os asustan, porque en Mí reconocéis a vuestro Señor, Quien protege a Sus servidores, porque véis en Mi a vuestro Padre, Quien de Sus hijos se preocupa y los guarda del enemigo del alma. El mundo os atormentará duramente por estímulo de aquel, pero podéis resistirlo, si os juntáis a Mí, si me llamáis en la lucha contra el enemigo. Yo, Quien realmente lucha a vuestro lado, para ganaros el triunfo sobre él. No debéis temer de él y tenéis que confesarme públicamente a Mí y a Mi Nombre, no podéis callaros, pues hablad, donde se quiere dejarme pasar a Mí en silencio.
Yo os necesito, para que déis testimonio de Mí, cuando los hombres teman confesarme. Entonces anunciad en voz alta Mi actuar en y con vosotros, entonces tenéis que darles el ejemplo de lo que es capaz la fuerza de la fe, no temáis por vuestra vida, la que no tiene valor si vendéis vuestra alma, sino que tenéis que estar dispuestos también a entregar vuestra vida y cambiarla por una mucho más deliciosa en el Reino espiritual. Pero primero, donde es Mi Voluntad, seréis llamados, pues en contra de Mi Voluntad no se os podrá causar ningún daño. Y por eso os digo Yo: Resistid y sed constantes hasta el fin, creed en Mi Promesa de que Yo vengo en la necesidad mayor, para salvaros y buscaros fuera del lugar de la perdición, fuera del reino del diablo. Esperádme a Mí y no temáis, pues Mi Palabra se cumple si ha llegado la hora. Y Yo en verdad, que no dejo a los Míos que caígan en manos de Mi enemigo. Yo vengo a buscarlos y llevarlos a un reino de paz, y serán bienaventurados, los que son fuertes y aguardan hasta el fin.
Amén
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