Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4831
4831 Reconocimiento ante el mundo. Pronunciar el Nombre Jesús
6 de febrero de 1950: Libro 55
Profesad a Mí y, cuando se os exige a reconocer vuestra posición ante vuestra fe y ante Mí, no vaciléis en pronunciar mi Nombre abiertamente. Porque el reconocimiento con el corazón me atrae a Mí mismo a vuestro lado, y entonces perderéis todo miedo y podréis hablar francamente y sin temor sobre cosas de la fe, sobre mi Doctrina y el Efecto que Yo surto en vosotros y en vuestro interior - y eso en todo el futuro.
Entonces derrumbáis una muralla –la muralla del silencio– detrás de la cual puede ocultarse mucho, por lo que esta es apropiada para encubrir la Verdad. Hablad sin temor, sea donde fuere, porque Yo mismo os llevo allí donde os exigirán que me profeséis. Ya no pasará mucho tiempo y el mundo se burlará de vosotros los que todavía creáis en Dios, en una Vida después de la muerte. Porque los hombres mundanos apostatan cada vez más porque todo lo que no les resulta visible o palpable lo toman por irreal...
De modo que se forma una enemistad evidente entre estos hombres mundanos y los fieles que por ser continuo objetivo apenas pueden protegerse contra hostilidades. Pero que todo esto no os preocupe porque así debe suceder, porque ya ha transcurrido el plazo en que se produce una separación entre los Míos y los seguidores de mi adversario que son esclavos suyos, y él procura a sofocar toda fe en Mí.
Pero sabed que Yo mismo estoy con vosotros, en el Espíritu y también visiblemente - donde esto sea necesario. Y sabed que vosotros sois mucho más fuertes que aquellos aunque numéricamente sean más que vosotros. Porque mientras Yo luche a vuestro lado, nunca podrán ganaros - sólo que debéis dar la cara por Mí, para que el enemigo se entere de Quien os abastece con Fuerza porque será manifiesto que recibís Ayuda extraordinaria.
De modo que si os asedian, ¡pronunciad mi Nombre con plena fe, oponeos a los atacantes con mi Nombre, llamadme con el corazón y la boca, y no temed poder mundano alguno! Y todos que tengan una buena voluntad –los que quieren ser Míos– Yo les abasteceré Fuerza, tal como lo he prometido.
En el Nombre de vuestro Redentor divino tenéis un Arma que verdaderamente no puede ser superada, porque el que en la etapa final alimenta la fe en Mí, él posee todo mi Amor... Y el que me profesa ante el mundo, él también me demuestra su fe inquebrantable, con lo que de él me preocuparé con ventajas.
Pronto se os obligará que os descubráis o que apostatéis. Entonces no tengáis miedo del poder mundano sino recordad solamente mis Palabras: «El que me reconoce ante el mundo, a este también Yo le reconoceré ante mi Padre».
Se os obligará a tomar una decisión, o en favor a Jesucristo o en contra de Él. Entonces, con toda alegría, reconocedle ante el mundo porque únicamente mediante Jesús podéis llegar a Mí... Únicamente mediante la fe en su Obra de Redención y su Ayuda podéis acercaros a Mí, al Padre, cuyo Amor quiere unirse con todos, tal como se ha unido con Jesús, Él que mediante su gran Amor ha redimido el mundo del pecado...
Amén.
Traducido por Ion Chincea