Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4720

4720 Escudo de fe.... Confianza.... Protección de Dios....

22 de agosto de 1949: Libro 54

Os doy un buen regalo, y sabiéndolo deberíais ser feliz. ¿En qué puede perjudicaros el mundo si Yo Me pongo delante de vosotros como escudo y no dejo que nada os afecte?

Así que poneos detrás del escudo de la fe y estaréis protegidos contra todos los ataques de aquellos que no quieren que no os favorecen. Siempre estoy a vuestro lado, listo para protegeros en todo momento si estáis en peligro. Y esta fe tiene que ser tan convencida en vosotros que con esto podéis desterrar cualquier temor o necesidad. Estoy presente para vosotros y evito que os atrapéis en la maleza que las muchas resistencias en el mundo significan para vosotros y en las cuales teméis sucumbir.

Solo dirigid vuestra mirada hacia arriba y llamadme en vuestros pensamientos, entonces nunca seguiríais vuestro camino solos, sino siempre en Mi compañía, para que podáis caminar sin preocupaciones hasta el final de vuestra vida. El mundo todavía os hará muchos daños, pero esto no debe haceros temer, porque Yo soy más fuerte que el mundo, y si el mundo os presiona y Yo quiero vuestra paz, no podrá hacer nada en contra de vosotros.

Por tanto, sed felices y alegres y despreciad el mundo, es decir, ignoradlo y lo que sale de ese.

Mi reino os compensará por lo que el mundo terrenal os está negando, y morar en Mi reino es verdaderamente deseable, porque no os defrauda. Yo soy el Señor también de este mundo terrenal y también organizo vuestra vida terrenal, pero debéis dejarme esta esta preocupación a Mí solamente y no agobiaros con esa también, porque preocuparos por la salvación de vuestra alma es mucho más importante y esto tenéis que arreglar vosotros mismos.

Yo puedo regular la vida terrenal para vosotros, pero vosotros mismos debéis moldear la vida espiritual según vuestra voluntad y para que no os estorbe nada en el trabajo de vuestra alma, Yo Me ocuparé del cuidado de vuestro cuerpo para vosotros y lo que necesita para el mantenimiento y cumplimiento de su tarea terrenal.

Y si os doy esta promesa, realmente podéis entregaros a Mí y todo lo que viene sobre vosotros os servirá para vuestra salvación. De modo que ahora solo exijo plena confianza en Mi apoyo, y se os ayudará, sea lo que sea lo que os preocupa. Porque nada es imposible para Mí, y todos los hielos en el infinito los dirijo según Mi voluntad, con sabiduría y gran amor.... siempre por el bien de Mis criaturas, para quienes quiero preparar una suerte bendita para siempre....

Amén

Traducido por Hans-Dieter Heise