Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4675

4675 “Día y hora no conoce nadie....” Profetas falsas durante la época final....

24 de junio de 1949: Libro 53

Ningún vidente o profeta podría determinar cuándo va a suceder el juicio aproximado, porque Dios no va a permitir que los hombres lo supieran. Y por esto ninguno de los hombres podrá anunciar con exactitud el día en cuanto sucederá el juicio. Pero hay que avisarles, y por esto Dios da información a través de la boca humana, a través de videntes y profetas que se acerca un juicio. Si se anuncia entonces un juicio, se debe creer en esta proclamación, pero sí se daría un momento exacto del juicio, la proclamación perdería su valor como falsa.... Entonces aparecen profetas falsos que no hace falta escucharlos, porque intentan aprovechar aquellas proclamaciones por su propio bien terrestre y hay que tener cuidado. Si Dios usa a un hombre para informar la humanidad a través de él sobre Su plan de salvación eterno, entonces no le da conocimiento de Su plan del juicio aproximado, sino Él le da conocimiento generalizado que le hace entender la necesidad de un juicio para que pueda razonar con convicción esta proclamación frente los semejantes. Y aunque ahora puede convencer sobre la verdad de las proclamaciones, nunca podrá determinar la fecha, porque Dios lo mantiene reservado. A pesar una tal proclamación se puede tomar en serio completamente, y se puede sacar la confirmación una y otra vez de los escritos de los antecedentes que sólo se anuncia lo que está de acuerdo completamente con aquello, y por esta razón se puede contar firmemente con el cumplimiento de aquella proclamación y el juicio aproximado vale como un hecho firme, pero la humanidad se mantiene sin información exacta sobre el momento en el cual Dios Mismo se manifieste, pero deben estar preparados en cualquier momento, sino las proclamaciones que traspasan a los hombres el amor de Dios perderían su objetivo y el juicio rompería en los hombres como muy de repente e inesperadamente....

amén

Traducido por Bea Gato