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4674 Amor – Epítome de la divinidad.... Amor equivocado....
21 de junio de 1949: Libro 53
El sentimiento supremo es y sigue siendo el amor.... Pero no todo debe ser reconocido como amor, lo que vosotros los humanos entendéis por ello.... Porque el amor también puede ser equivocado que no puede reclamar sublimidad.
El amor es el principio divino, es decir, la esencia misma de la divinidad; es algo que no se puede explicar, es el ser y la naturaleza de Dios, es la grande, y para el hombre inexplicable, fuerza que dejó que todo surgiera porque tiene un efecto creativo y vivificante. Por lo tanto, es el ser primordial de Dios, y es la irradiación de Dios, que se refleja en todas Sus creaciones y que especialmente en el hombre debe llegar al pleno desarrollo.
El amor correcto tira para arriba y busca la unión con el amor eterno, la fuente primordial de toda vida y toda fuerza. Comprender esto solo es posible para aquellos hombres en los que se ha desarrollado el amor correcto, de lo contrario, sigue siendo un término incomprensible, porque los hombres pueden sentir el sentimiento en su corazón, pero en su mayoría dan el nombre de “amor” a todos los deseos, lo que de verdad es un amor dirigido equivocadamente, ya que es un deseo de asociación con cosas que parecen deseables para el hombre. Pero un amor tan equivocado no es un acto que da fuerza, mientras que el amor correcto es al mismo tiempo fuerza en sí mismo, que de nuevo solo se puede hacer comprensible a un hombre amoroso.
Porque solo el hombre amoroso puede reconocer esta fuerza, porque él no solo lleva una vida terrenal, sino también una vida mental y, por lo tanto, buscando la conexión con el reino, desde donde se irradia el amor correcto y la fuerza de amor lleva más un efecto mental, porque es aprovechado para una actividad amorosa, es decir, que bien es un incentivo para la actividad terrenal, pero nunca busca lograr éxitos terrenales, más bien se esfuerza inconscientemente por el accenso mental.
La fuerza del amor puede lograr todo.... Quien lleva en si el amor al más alto desarrollo es capaz de hacer milagros, porque está lleno de la fuerza de Dios, para la que nada es imposible. El hecho de que los hombres no se crean esta prueba se debe a su baja voluntad de amar. En cualquier momento podrían proporcionar esta prueba, pero el sentimiento más exaltado, el amor divino puro, que es completamente desinteresado y solo busca hacer feliz, este amor es extraño para los hombres y, por lo tanto, rara vez se hace la unión con el amor eterno, que, como consecuencia dispone de la fuerza divina en abundancia.
Porque es comprensible que todo lo que se adapta al ser primordial de Dios ahora es amor en sí mismo, y también puede desarrollar habilidades divinas, porque el hombre es de hecho una parte de Dios, que se mantiene en una relación anti divina con Él por su propia voluntad. Si transformará su voluntad.... Así que, si se convierte en el amor de lo que antes carecía, entonces recupera todas las cualidades divinas que originalmente poseía y perdió por su propia culpa.
Tan pronto como la criatura pensante de Dios, el hombre, se da cuenta de lo que realmente es, tan pronto como reconoce su pertenencia a Dios y busca ser digno de Él, se acerca nuevamente a la fuente original de fuerza, porque el amor eterno reconoce su voluntad y lo atrae a Si Mismo. Pero entonces el hombre está activo en el amor, porque la llegada de fuerza se manifiesta en la obra del amor, porque Dios y el Amor es uno, y donde Dios está presente no se puede obrar de otra manera que en el amor. Eso significa tanto como un acercamiento a Dios y aceptación de fuerza en toda su plenitud.
El amor es el sentimiento más exaltante lo que puede promover a un hombre, porque es la irradiación divina al corazón de un hombre que es de buena voluntad .... El amor que está dirigida hacia las cosas terrenales, que todavía deben considerarse como materia, no induce la fuerza, sino que es agotador, y dado que el hombre no dispone de llegada de fuerza mental, usa la energía vital para ganar, lo que su amor equivocado desea.
Entonces no gana nada, sino que pierde, porque lo que gana es transitorio, y pierde los valores imperecederos que deben crearse con su energía vital.
(22.06.1949) El verdadero amor hace feliz al hombre; el amor verdadero no es que anhelo, sino es un amor generoso; se distribuye sin querer recibir, pero recibe cada vez más cuanto más se distribuye. Porque el verdadero amor es un actuar en conjunto con Dios y, por lo tanto, debe ser capaz de cualquier cosa, por lo que siempre llevará la victoria, es decir, será más fuerte que cualquier otra fuerza o poder, conquistará al mal, aplacará al enojado y logrará cualquier cosa porque es indulgente y paciente, y así, incluso el adversario de Dios no podrá resistir a la fuerza del amor divino y una vez se declarará vencido, porque él también anhelará el amor de Dios y se entregará sin resistencia alguna, así como todo lo mental inmaduro siente el amor de Dios y permite que sea redimido de la fuerza de amor, porque ya no opone ninguna resistencia....
Amén
Traducido por Hans-Dieter Heise