4653 Aptitud para el trabajo espiritual - renunciar al mundo....

30 de mayo de 1949: Libro 53

Aquellos que se sientan llamados a trabajar para Mí escuchando la expresión de Mi espíritu como una palabra hablada o transmitida mentalmente, deben continuar siendo diligentemente activos y no perderse en el mundo. Sin embargo, el mundo sigue siendo su entorno, es decir, mientras permanezcan en la tierra el mundo también se acerca a ellos con sus exigencias. Pero el mundo puede ser superado si el corazón se libera de deseos y anhelos de cualquier tipo. El amor que se desarrolla en cada ser humano puede ser dirigido de forma correcta o incorrecta. Si pertenece al mundo, entonces es un amor erróneo contra el que hay que luchar si el ser humano quiere estar en contacto conmigo y, por tanto, ser activo para mí. Así, el amor dirigido hacia Mí es el correcto, y este amor debe llenar a una persona que quiere trabajar como Mi siervo para Mí y Mi reino. Sólo debe haber espacio para Mí en su corazón, por lo que no se puede hacer ninguna concesión al mundo, y eso es lo difícil para el ser humano y esa es la razón por la que sólo en raras ocasiones alguien es apto para el trabajo espiritual, para un servicio que requiere la renuncia incondicional al mundo. Por lo tanto, tengo que elegir a Mis trabajadores para Mí, tengo que entrenar su capacidad, arrancar el amor por el mundo de su corazón, no a la fuerza, sino tratando de cambiar su voluntad para que se rinda a Mí y ya no se vuelva hacia el mundo. Así, los bienes del mundo deben presentarse ante él como inútiles e impermanentes, lo que sólo es posible si le dejan insatisfecho para que deje de desearlos. Si una persona tiene una actitud muy mundana, le falta el contacto espiritual conmigo, y entonces tampoco podrá realizar un trabajo espiritual. Pero suele pasar mucho tiempo antes de que una persona reconozca la inutilidad del mundo, por lo que rara vez se encontrarán trabajadores que Me ofrezcan sus servicios por su propia voluntad. Porque el mundo se acerca a las personas una y otra vez y busca capturar sus pensamientos. Y siempre significará una batalla que, sin embargo, tiene que llevarse a cabo por el bien de la salvación del alma, y esta batalla siempre tiene que terminar con la derrota de Mi adversario, que es el príncipe de este mundo y contra el que, por tanto, se libra esta batalla. No importa la forma en que tenga lugar esta batalla, el éxito siempre será una maduración espiritual, pero el motivo y la razón de la lucha son los deseos mundanos y su realización. Por lo tanto, considera cada desilusión, cada fracaso, cada sufrimiento debido a pérdidas materiales como un medio para superar los deseos y las apetencias, y entrégate a ello sin quejarte, pues te ayuda a superar todo lo que te impide ser un siervo bueno y diligente en Mi viña.... te ayuda a liberar tu corazón y a prepararlo para recibirme a Mí, que te ofrezco verdaderamente algo que supera las alegrías y los placeres mundanos. Abandona el mundo y cámbialo por Mí, y ganarás lo más sublime y maravilloso si Yo mismo estoy dentro de ti y te reparto riqueza espiritual, que es verdaderamente un refrigerio para tu alma y no se puede comparar con lo que el mundo te ofrece. Sírvanme con diligencia y háganse dignos del privilegio de haber sido aceptados como obreros de Mi Reino.... Ejerzan su servicio concienzudamente, para que un día sean recompensados como servidores fieles y sean bendecidos....

Amén

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