Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4559
4559 La doctrina de la encarnación - (proclamación del Tantra)
6 de febrero de 1949: Libro 53
Lo que quereis saber se os proclama a partir del momento que me presentéis vuestras preguntas para contestar.... Tiene importancia mayor para todos los hombres si se ponen la madurez de las almas como reto en la vida terrestre, que creen firmemente en que se tienen que hacer responsables un día ante un Dios de la justicia y hasta qué punto han aprovechado su vida en la tierra. Esta creencia anima al hombre para actividades extremas en el ámbito espiritual. Así se entiende que la creencia en las posibilidades frequentes para el desarrollo hacia arriba por la encarnación repetitivas en la tierra, debilitaría el esfuerza en el trabajo del alma y esta creencia es un peligro, porque disminuye el esfuerza por la madurez major del alma, además se pone en duda Mi justicia. ¿Cómo podría hacer responsable el uno u el otro si no permito la encarnación en la tierra a cada uno? ¿De qué modo se podría realizar la recompensa de aquellos que se transforman, según Mi voluntad, al amor durante la vida terrestre, si doy a aquellos, que han fracasado, la misma oportunidad una o más veces de desarrollarse hacia lo alto por la reencarnación?Al final cada hombre hubiera logrado el mismo grado de perfección....
La fuerza de la luz determina también el grado de la felicidad en el reino del más allá. La fuerza de la luz que ha conseguido el hombre en la tierra por su libre voluntad, determina el ámbito de su estancia que se le dará en el reino espiritual, donde podrá aumentar más y más la sabiduría y fuerza y también su felicidad. Y su tarea consiste en el traspaso de luz y fuerza a seres que son débiles y sin luz que necesitan ayuda en la tierra y en el reino espiritual. Este trabajo trae mucha felicidad, de modo que no se puede comparar con ninguna tarea en la tierra. La conclusión de esto es, que cada ser que es capaz de repartir luz y fuerza a almas necesitadas, quiere vivirlo, porque se hace feliz igualmente a sí mismo, porque recibe la fuerza de Mi y es algo así como una estación de desvío para Mí transmisión de fuerza. Este proceso de la felicidad busca que cada ser pueda realizarlo, a partir del momento que tenga solo un mínimo de conocimiento y que ya no se encuentre en las profundidades más oscuras del espíritu. Pero a partir de entonces ya no quiere cambiar voluntariamente nunca jamás la estancia del reino espiritual con la de la tierra, no anhelará más la funda carnal, porque las posibilidades del ascenso existen igualmente en el reino espiritual si la voluntad del amor se ha despertado una vez en aquellos que ya tienen solo una chispa del conocimiento. El alma sí que se puede encarnar, si tiene la voluntad de hacerlo y si tiene un motivo noble para esta encarnación.... la asistencia de auxilio frente a los semejantes o también el exterminio de una gran culpa que frenaba el aumento del grado de madurez. Entonces no es un reinicio por Mi voluntad, si la voluntad del alma es decisivo, pero como se quita a cada alma la memoria y que lo sabe de antemano, una reencarnación está acompañada por un gran peligro, porque el alma puede desarrollarse igualmente hacia abajo por su voluntad libre, porque recurre el mismo camino de desarrollo como cada otro hombre lo tiene que pasar y sus impulsos carnales sobresalen justamente allí donde la tentación se le presentaba cuando cayó anteriormente en la culpa. Si se compara con la tarea en el reino espiritual la cual os asegura un ascenso lento pero asegurado de madurez, deja parecer dudable una nueva encarnación frente un éxito espiritual, eligirá probablemente el destino del reino espiritual, a pesar puede estar conectado todavía con la tierra de modo que cuida a las almas en su destino, siempre apoyandolas justamente donde ellos mismos han fracasado en la tierra y la conclusión, que el mismo alma se ha encarnado de nuevo como hombre, está equivocada. Hay que decir, que al hombre se presenta cada ocasión en tierra para desarrollarse bien para que el recibimiento de fuerza sea ilimitado, a que la voluntad del hombre reciba un fortalecimiento a través de la obra de la redención y que se haría imposible a cualquier fracaso, pero le es opcional por completo de llegar al grado más alto de la luz, pero hacerle ver que realmente no se puede rechazar aleatoriamente a esta gran gracia para pedirlo después otra vez. El hombre tiene una voluntad libre y por su uso se tiene que responsabilizar un dia y llevar las consecuencias y que consisten en destinos diferentes en el reino del más allá y que no puede esquivar como quiera por una nueva reencarnación cuyo éxito no es dudable, porque se le quitó cualquier memoria. Su voluntad decide y se puede encarnar, si quiere, pero esta voluntad es una rareza y por esto no se puede hablar de varias reencarnaciones, además esta doctrina es un peligro para el hombre, porque no tomarian en serio a su camino en tierra referente a una repetición, que no va a llegar....
Amén
Traducido por Bea Gato