Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4550

4550 Obra de redención de Cristo.... “Descendió al infierno....?

27 de enero de 1949: Libro 53

El que Se dejó crucificar, asumió los pecados de toda la humanidad y ofreció a Dios la expiación por ellos. Este acto de mayor amor humano fue único, porque nunca antes una persona había sufrido como Jesús, Cuyo amor abrumador y que Le fue correspondido de la manera más vergonzosa. Él cortejaba por el amor de Sus semejantes, Él les hacia el bien y los ayudaba terrenal y espiritualmente, pero este testimonio de amor todavía no fue suficiente para Él, quería traer ayuda a la humanidad por la eternidad, quería mostrarles el camino a la dicha eterna.

Pero Su amor fue ignorado y se Le hicieron las cosas más vergonzosas lo que solo se podían hacer a una persona.... Fue clavado en la cruz como un delincuente.... Satanás mismo realizó la obra en Él, porque aquellos que la ejecutaron fueron sus sirvientes. Pero las fuerzas de las tinieblas también están sujetas a la voluntad de Dios, en cierta medida participaron en la Obra redentora de Cristo, solo de mala voluntad, por eso son culpables de esto, aunque la Obra redentora fue aceptada de Dios como una expiación por la humanidad.

La voluntad de amar del hombre Jesús, Que Se dejó crucificar por misericordia por Sus sufrientes semejantes, fue sumamente valorada, porque sufrió indeciblemente como persona, porque todo lo que se Le hizo fue perpetrado con odio y Su alma fue de lo más severamente afectado por eso. Él dio amor y cosechó el odio más profundo por ello. Quería llevar a la gente hacia arriba, hacia la luz, y las figuras más oscuras de las tinieblas se enfrentaron a Él y trataron de derribarlo; Conscientemente tomó la copa y la bebió, aunque Su naturaleza humana tembló y oró a Dios con el más profundo temor: “¿Por qué Me dejaste....?”

Sufrió como persona, como una persona pura, sin pecado, Que no conocía nada más que el amor y para Quien, por lo tanto, todo el poder estaba disponible.... No usó el poder, sino que Se dejó crucificar y concedió a los peores semejantes el derecho de disponer sobre Su cuerpo.... Y lo hicieron para Su tormento indescriptible.... Él expió los pecados de la humanidad, porque quería redimirla.

Sabía que el pecado era el mal más grande, que determinaba la suerte en la eternidad, y por eso, a través de palabras y hechos trató de concienciar a la gente del gran peligro en que se encontraban debido a la forma de vida pecaminosa, pero la gente no aceptó Su enseñanza, ni se cambiaron por propio impulso. Y entonces hizo el sacrificio al dar Su cuerpo, que se inclinó completamente sin fallas bajo la carga del pecado, que se derrumbó terrenalmente porque miles de almas se aferraron a Él, que trataron de arrástralo hacia las tinieblas.

Pero Él era más fuerte, la fuerza del amor era más fuerte que la muerte, incluso venció a la muerte y se convirtió en su vencedor.... No se sacudió de las almas, sino que trató de convencerlas de la fuerza del amor.... También trajo la Salvación a las que ya no estaban en esta tierra.... Descendió al infierno antes de ascender al cielo. Su amor penetró en lo más profundo, y quien lo aceptó se salvó, fue redimido de las cadenas de la muerte.

Dios, como el amor eterno, también salvar lo perdido, y por eso aceptó el amor de una persona, que era tan profundo que era para toda la humanidad, y que quiso expresar a través de Su muerte sumamente dolorosa.... Dios aceptó este sacrificio de amor y concedió la redención a todos aquellos de su estado no libre, que fue el resultado del pecado, que reconocen a Jesús como Salvador y Lo cargan con sus pecados. Porque su amor es más grande que Su ira, y todo lo que camina en el amor encuentra gracia ante Sus ojos y también en Su misericordia. Por el bien de la sangre de Jesús Su mirada se vuelve hacia los desdichados y perdona la mayor culpa....

Amén

Traducido por Hans-Dieter Heise