Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4444
4444 ¿Puede Dios sufrir?.... Amor de Dios....
27 de septiembre de 1948: Libro 52
Él se revela a vosotros por un amor supe grande, Éste corteja por vosotros con toda perseverancia, y no os abandona porque sois Suyos desde la eternidad. Su amor es inmutable, pero también es ley es sí mismo, es decir, sólo el amor puede unirse al amor, y siendo Dios Mismo el Amor eterno, también exige amor y por eso busca moldear a todas Sus criaturas al amor para poder unirse a ellas. Y así busca conquistar el amor de Sus criaturas y no tiene otro objetivo para siempre, porque la unificación en amor significa felicidad para la criatura y también aumenta constantemente la felicidad de Dios.
Dios es perfecto y como ser perfecto es capaz de dar felicidad ilimitada, pero como también quiere recibir tal de Sus criaturas que han surgido de su fuerza de amor. Pero preparar felicidad presupone siempre el amor. Así que si Dios anhela el amor de Sus criaturas porque quiere darse a ellas, entonces el desamor también debe limitar el amor dador, aunque no puede disminuir, su fuerza es ilimitada, lo que también significa felicidad reducida.... lo cual, dada la abundancia del amor divino, sólo vale la pena mencionarlo cuando casi todas las criaturas se apartan de Él, es decir, le niegan el amor.... un estado que se produjo al final de un periodo de Redención en la creación....
(28.09.1948) Entonces una añoranza incomparable se pone en lugar de la dicha, que por cierto no es tan dolorosa como la es en la tierra, sino que desencadena una mayor disposición a ayudar y una misericordia excesiva. Dios nunca puede sufrir, sin embargo, la distancia cada vez mayor de Sus seres de Él resultará en un mayor desarrollo del poder, por lo que el amor de Dios cortejará constantemente el amor de Sus criaturas, porque Él no renuncia a ellas y si pasan eternidades hasta que se vuelvan a Él en amor.
Sólo se produciría un estado de sufrimiento, si.... lo que una vez emanó del amor de Dios, se perdería irremediablemente para Su oponente.... lo cual, sin embargo, nunca es posible, porque la abundancia del amor divino no permite que se pierda nada, si incluso gana a Su oponente Él Mismo, aunque en un tiempo infinitamente lejano, para el cual una estimación humana ya no es posible. Se elimina por completo el hecho de que el amor de Dios podría disminuirse alguna vez, porque el amor es tan poderoso que lo fuerza todo y bastaría el poder del amor para que Sus criaturas se inclinasen inmediatamente hacia Él, si quisiera dejarlo obrar en plenitud.
Pero Su felicidad aumenta cuando Sus propias criaturas se acercan a Él y Le ofrecen su amor. Y por eso sólo tiene un efecto sobre ellas en un grado mínimo, siempre tratando de estimular la voluntad para que esta empuje hacia Él. Si la voluntad del hombre se aleja de Dios, entonces la fuerza del amor de Dios también disminuye, pero aun así no se rinde con él. El cortejo por el amor de Sus criaturas es también un acto de bienaventuranza, que sólo es comprensible para los hombres cuando ellos mismos se encuentran en amor reciproco, el cual tampoco dejará nunca de cortejar por el amor del otro.
El amor cumplido es felicidad, pero el amor no correspondido es un estado de soledad, que resulta en impotencia o aumento generación de poder.... dependiendo de la fuerza del amor, es por eso que los seres del reino de la luz pueden obrar constantemente en amor, incluso aunque a menudo encuentran resistencia por parte de los hombres.... porque están colmados de amor e incluso el amor no correspondido no disminuye su fuerza sino que solo aumenta el incentivo para actuar. Los hombres en la tierra todavía necesitan un suministro de fuerza, que les llega a través del amor y, por lo tanto, la falta de amor también significa para ellos una falta de fuerza y un impulso de actividad, por lo que se siente como un estado de sufrimiento. Pero la conciencia permanece en el ser humano en todo momento, que el amor de Dios es cierto para él, que el amor del hombre siempre encuentra una respuesta si está dirigido a Él y que Su amor es la verdadera felicidad para cada uno, que la desea....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise