4431 Indicación a la Conmoción espiritual (Roma?) - La verdadera Iglesia de Cristo
10 de septiembre de 1948: Libro 52
Vosotros hombres en la tierra contad con una gran conmoción espiritual, pues quiero demostraros que Mi Brazo llega allí también, donde vosotros habéis edificado sobre un firme fundamento según lo creéis. Yo quiero espantaros de vuestra presumida tranquilidad, para que despertéis y os preguntéis seriamente qué es lo que Yo tengo por objeto y qué quiero Yo deciros a través de esa señal visible de Mi desagrado en un edificio, que a vosotros os parece sumamente bueno y elevado.
Yo necesito obreros en el último tiempo que sean aplicados actuándo para Mí y Mi Reino. Yo necesito servidores que crean vivamente y hagan en sí posible el obrar de Mi Espíritu por medio de una vida de amor según Mi Voluntad. Yo necesito buenos pastores para Mis ovejas y por tanto representantes celosos de Mi Palabra, la que sea llevada a los hombres en toda su pureza y que por eso Yo la transmito a Mis siervos en la tierra por vía directa, para que pueda ser dirigida a los hombres pura, sin ser falsificada.
Y este es el trabajo de Mis siervos, los servidores en Mi Viña, pues el tiempo de la cosecha ha llegado, como fue anunciado en la Palabra y Escritura. Y así, de este modo obro Yo manifiestamente fuera de aquellos, quíenes se creen ser Mis representantes en la tierra. Yo Mismo Me he elegido para Mi auténticos representantes, a los que no obstante, los primeros no reconocen como Mis enviados y por eso no quieren aceptar Mi Palabra.
Y por eso es menester, que por medio de una señal exterior Me ponga apareciéndome, para que los hombres se queden perplejos y pensativos. Pues es necesariamente urgente, que los hombres reflexionen sobre la falta de valor de eso que han edíficado los hombres, que corresponde tan poco a Mi Voluntad.
Que reflexionen, en qué forma Yo quiero ver cumplida Mi Voluntad, qué es lo que tiene ante Mí verdadero valor y qué es únicamente útil y beneficioso para las almas para la eternidad. Ellos deben desistir de sus opiniones preconcebidas, de sus enseñanzas que han tomado tradicionalmente en posesión, las cuales son sin valor alguno, porque están caracterizadas por medio de superficialidades, las cuales ocultan el grano o núcleo y su esencia, haciéndolas desfiguradas.
Se trata de aclarar cuales son las características de la Iglesia que Yo Mismo he fundado en la tierra. Se trata del alumbramiento de enseñanzas herejes, las que por eso son erróneas, porque las hacen dependientes de la pertenencia a Mi Iglesia de cierta religión, lo que no corresponde jamás a Mi Voluntad.
Pues todo lo que se levanta de forma organizatora, es obra humana, pues Mi Iglesia es sólo un edificio puramente espiritual. Ella tiene su fundamento en el pensamiento y en la ambición, en el querer y en el obrar según Mi Voluntad y jamás será reconocible hacia fuera de ninguna otra manera, más que en la práctica viva del amor y de ahí nace el reconocimiento y comprensión de todo aquello que Yo exijo de los hombres a que crean, a lo que Yo os someto a tomar en consideración como saber espiritual que os dirijo a través del pensamiento o por la Palabra interior profética.
El obrar evidente de Mi Espíritu en el hombre, el pensamiento iluminado y certidumbre de fe, es el distintivo seguro de la Iglesia que Yo Mismo he fundado, lo que más bien se encuentra fuera de una organización eclesiástica, si bien también dentro de una tal puede agraciar a los hombres, tan pronto como antepongan la esencia de Mi Doctrina cristiana de amor a todo lo demás. Entonces sí reconocerán también, qué poco valor tiene cada una, y toda ceremonia, como igualmente también la completa construcción en estilo mundano para la evolución del alma, ya e incluso contrario, y hasta frecuentemente impeditivo, porque se dificulta el profundo sumirse en el interior y el anhelo fervoroso de la unión Conmigo a causa de las formalidades que cautivan los ojos y los sentidos del hombre.
El hombre que ha reconocido cuales son las bendiciones que yacen en la íntima unión Conmigo, que ha encontrado el camino al Reino espiritual y entra en contacto mental con sus habitantes, nunca más encontrará placer en actos que se ejecutan manifiestamente. El se apartará de ellos, porque reconoce que ellos no han sido por Mí queridos, y lo nota o siente. Y esto se debe anotar como progreso espiritual, a lo cual Yo quiero ayudar a todos dirigiendo los ojos de los hombres a un suceso que deja que claramente se reconozca Mi Mano. Yo quiero hundir una duda en los corazones para que se ocupen en ella, y lo harán también si son de buena voluntad y buscan la Verdad. Yo haré que el fundamento empiece a vacilar, y dichoso aquel que reconozca en eso la lengua de Dios, él ganará, si se entrega y abandona a Mi, pues él recibe dones costosos a cambio de bienes sin valor. El se afilia a Mi Iglesia, la cual se ha de entender sólo puramente espiritual.
Amén
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