Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4428

4428 Encrucijada.... Pruebas de los fieles.... Conflictos interiores....

6 de septiembre de 1948: Libro 52

Vosotros también, Mis fieles, seréis conducidos a una encrucijada, y ahora tenéis que decidiros qué camino queréis tomar. Porque vosotros tampoco os libraréis de la prueba de vuestra voluntad, vosotros también solo podréis madurar a través de la lucha constante, a menos que obréis con mayor fuerza de amor, entonces la decisión tampoco será difícil para vosotros, porque reconocéis claramente cuál es el camino correcto, y vuestra voluntad tiene la fuerza para recorrerlo, aunque os parezca rocoso y lleno de espinas. El aumento de la fuerza del amor es el equilibrio y, por lo tanto, la fuerza del amor siempre tendrá un efecto visible en vosotros, dominaréis todo si vivís en el amor.

Pero toda persona lleva una vida amorosa que no se pone a sí misma en el centro de la atención, sino que tiene un ojo abierto para su entorno e interviene para ayudar donde se le necesita; lleva una vida de amor quien se siente impulsado a hacer el bien, quien busca y encuentra su sentido de vida en la práctica desinteresada de las obras de amor, quien piensa bien, habla bien y actúa bien, es decir, se adapta al orden eterno en pensar, hablar y el actuar, que tiene por objeto la conservación y la estructura en el sentido divino.

Todo ser humano lleva consigo el sentimiento de lo que es bueno, porque siempre sentirá los efectos de los buenos y malos pensamientos y acciones que le infligen sus semejantes, podrá distinguir muy bien lo que le hace feliz o le perjudica. Y así siempre debe aplicar la norma, y su sentimiento siempre le enseñará lo que es bueno o lo que es malo. Y quien tenga la voluntad de obrar bien, ciertamente no caerá en el pensamiento erróneo.

Que Yo, Mis fieles, también os dejo entrar en conflictos interiores es necesario porque vosotros también tenéis que purificaros del amor propio, que a veces nubla el pensamiento claro y os detiene del obrar en amor. Pero vosotros debéis crecer y servirme como una herramienta en el tiempo venidero. Así que debéis quitar todo lo que todavía es un obstáculo para Mi morada permanente en vuestros corazones. Todo sufrimiento, toda lucha interior es una preparación para que Yo Mismo pueda tomar posesión de vosotros para poder obrar a través de vosotros. A menudo os encontraréis en una encrucijada, pero Yo estoy siempre invisiblemente a vuestro lado y con amor os insto por el buen camino.... Os ayudaré a superar el amor propio y os levantáis en el amor hacia el prójimo.... a fin de formaros en el amor de tal manera para que Yo pueda entrar completamente en vuestras corazones y quedarme allí...._>Amén

Traducido por Hans-Dieter Heise