Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4357
4357 Matrimonio.... Ante Dios y ante el mundo....
29 de junio de 1948: Libro 51
Deben encontrarse el uno al otro en el amor, de lo contrario la unión no es bendecida por Mí. El matrimonio es la unión, la convivencia en la más íntima armonía, el matrimonio es un estado que no se puede crear legalmente, sino que requiere siempre un profundo amor desinteresado que, sin embargo, una vez que se ha encendido en el corazón, no puede apagarse nunca, porque el verdadero amor une los corazones, no es un amor del cuerpo que busca su realización en la embriaguez sensual; no es un amor exigente. Un amor que constantemente da y busca hacer feliz es la base de un matrimonio bendecido por Mí. El matrimonio es la comunión íntima de dos personas cuyos corazones sienten un amor puro el uno por el otro.... Un matrimonio así es indisoluble porque el amor verdadero no puede pasar nunca. Y este matrimonio se hace efectivo tan pronto como dos personas se encomiendan a Mí para que bendiga su unión. Entonces son considerados marido y mujer ante Mí, y deben permanecer juntos hasta que la muerte los separe. Quien ha contraído un matrimonio de este tipo siempre sentirá que pertenece al otro, aunque las circunstancias externas separen a las personas. Mi bendición descansará sobre ellos porque el sentimiento más santo, que tiene su origen en Mí, ha impulsado el vínculo, que es la primera condición para un matrimonio querido por Mí.... (29.6.1948) El amor puro, sin embargo, sólo se encuentra raramente en la tierra, no obstante, se establecen uniones matrimoniales, y esto tampoco es contrario a Mi voluntad, porque la raza humana está destinada a reproducirse, porque innumerables almas esperan nacer en la carne para cubrir su último curso de desarrollo en el mundo de la materia. De ahí que el vínculo entre dos personas deba tener una forma exteriormente reconocible, una forma que incluya ciertas leyes, obligaciones y derechos, porque sin ellos las personas violan con demasiada facilidad el orden previsto por Mí y ponen así en peligro la correcta educación de su descendencia, la que sin embargo, es de suma importancia para su desarrollo espiritual. Así, el matrimonio según la forma legal está de acuerdo con Mi voluntad, pero el hecho de que Mi bendición especial descanse sobre él depende del grado de amor de ambos cónyuges entre sí, pero Mi bendición a su vez es decisiva para que un matrimonio se celebre ante personas o ante Mí. Si un matrimonio se establece por otros motivos sin un profundo amor por ambas partes, entonces la unión es ciertamente válida ante el mundo y no negaré Mi apoyo si se solicita, sin embargo no es un matrimonio en el sentido correcto de la palabra en el que Me complazco, no es el estado de unión pretendido por Mí que, a través del amor, se convierte en un acto de beatitud que Yo bendigo. Porque el principio de dar siempre prevalecerá donde está el amor puro, y así nunca seré eliminado en tal matrimonio, Quien soy el amor mismo, y Mi espíritu dominará a la gente y actuará en aquellos que así se presenten ante Mí y pidan Mi bendición como marido y mujer....
Amén
Traducido por J. Gründinger