4333 Poder – Subconsciencia....

13 de junio de 1948: Libro 51

La constitución interior de un ser humano no siempre corresponde a la impresión exterior y a menudo se llega a conclusiones equivocadas donde el que juzga se siente seguro. Lo que se os presenta como examen es en su mayor parte conocimiento adquirido intelectualmente, y entonces vuestro intelecto también puede ser suficiente para llevar a cabo un examen. Pero cuando se trata de un conocimiento que tiene un origen diferente al del intelecto humano, incluso el intelecto más desarrollado no es capaz de examinarlo, a menos que se deje guiar por el espíritu dentro de sí mismo, que se deje dominar por el sentimiento, de modo que el intelecto está apagado por el momento.

Toda emoción interior debe ser desencadenada por una fuerza, aunque el ser humano como tal tiene capacidades que primero deben ser despertadas. Hay que reconocer una fuerza que despierte la capacidad en él, de lo contrario todos los humanos en todos los tiempos podrían tener la misma capacidad. Y es esta fuerza desencadenante la que todo ser humano pensante debería comprender y toda persona amorosa puede comprender. Lo que el hombre llame a esta fuerza es irrelevante, pero no puede ser descartado con una expresión que sueña erudita, lo cual en sí mismo es inexplicable.

No se puede negar una fuerza, pero el origen de esta fuerza no puede ser comprendido por la mente humana, por lo que hay que aceptar algo sobrenatural, que a su vez sólo puede explicarse por la actividad sobrenatural. El ser humano puede pues, observar los fenómenos, pero no puede explicarlos desde el principio en virtud de su mente. Porque el origen siempre será y seguirá siendo el mundo espiritual, pero lo que allí tiene su origen no puede ser comprendido ni probado por la mente. Las suposiciones, por ejemplo, pueden ser cuestionadas, pero un hecho establecido también podrá resistir un escrutinio serio.

Probablemente, un conocimiento amplio puede considerarse un hecho establecido, y la única pregunta que queda es dónde se originó dicho conocimiento. Pero primero hay que reconocer que se trata de un conocimiento amplio y que esto sólo puede lograrse mediante un examen serio. Entonces se podrá sondear el origen del conocimiento en el deseo de la verdad, entonces el examinador tendrá la mente clara y se acercará a la verdad en sus sentimientos.... tratará de sondear la fuerza y descubrirla en los suprasensible.... podrá creer lo que antes le era incomprensible y que, por lo tanto, había causado su juicio equivocado. Porque es necesario que el ser humano examine Conmigo, no sea que juzgue equivocadamente y se aleje de la verdad.... amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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