Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4314
4314 Aumento de la fuerza física (fuerza vital) a través de la fuerza espiritual....
27 de mayo de 1948: Libro 51
No podéis ir más allá de los límites de vuestra creatividad sin afluencia de fuerza espiritual. Se os ha establecido un límite humano, es decir, es cuerpo solo es capaz de llevar a cabo la voluntad correspondiente a su composición biológica, por lo que la ley natural divina siempre forma la base de la capacidad y el rendimiento de una persona. Sin embargo, esto se aplica a las personas que no desean el suministro de fuerza divina, es decir, que no la solicitan.... cuyo poder es limitado....
Es diferente con aquellos que están en contacto con el reino espiritual, quienes que piden fuerza constantemente y se les permite recibir según su voluntad y su enlace con Dios. A través de la conexión con Dios, estos eliminan los límites de creatividad, en cierto modo no están sujetos a las leyes de la naturaleza, sino están por encima de ellas porque es la voluntad de Dios. Pueden lograrlo todo.... Pero que no lo logren a pesar de las condiciones mencionadas tiene su causa en la debilidad de la fe, y es por eso que rara vez es posible demostrar que el hombre puede lograr todo a pesar de su limitación de fuerza física. Carece de fe, por lo que él mismo se traza los límites donde podría cruzarlos. Así que tiene la voluntad, pero no la fe, pero sin fe no se le puede entregar la fuerza extraordinaria porque no puede se le debe obligar a la fe.
Hay que hacer una diferencia entre la fuerza física y espiritual. La primera es la fuerza vital de la que cada ser humano, aunque de manera diferente, puede disponer y la cual es un don especial de la gracia en la última encarnación en la tierra. Ahora el hombre solo observa esta fuerza natural y no piensa en cómo podría aumentarla, sino que acepta que aumenta o disminuye según la edad o salud. Pero puede aumentar esta fuerza vital en cualquier momento a y través de la fuerza espiritual, que no se dirige arbitrariamente hacia las personas, sino que solo se recibe después que se han cumplido ciertas condiciones previas. Esta fuerza espiritual está inconmensurablemente disponible para el hombre, pero debe ser solicitado. Pero esto solo puede suceder en la fe que es posible y seguro por el amor de Dios, y que una oración nunca llega a Él en vano. Solo entonces la persona solicita la fuerza espiritual de la manera correcta y podrá disponer de ella ilimitadamente.
El hombre tiene que imaginarse, que él, como una partícula minúscula de la Divinidad, también participa de su poder y fuerza, en cuanto no vive en resistencia de Dios, sino en armonía. Y esta certeza también le hará creer, que se le otorga cada medida de fuerza, que ahora puede usar según su voluntad. Solo hay una limitación de la creatividad para las personas que viven fuera de Dios, porque solo la fuerza física está disponible para ellos. Pero quien vive en y con Dios podrá lograr cosas que están más allá de la capacidad humana, tan pronto como crea firme e inquebrantable....
Amén
Traducido por Hans-Dieter Heise