Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4310

4310 “Dichosos los que no vieron, y sin embargo creyeron”....

22 de mayo de 1948: Libro 51

Dichosos los que no vieron, y sin embargo creyeron. No es una fe ciega lo que se exige a través de estas Palabras Mías, sino una fe sin pruebas, la cual esperaba también de Mis discípulos, pero no encontré. “Creéis porque veis, pero dichosos los que no ven y creen”.... Yo Mismo estaba ante sus ojos como prueba, Mis milagros los convencieron, reconocieron Mi sabiduría y entonces creyeron que Yo era el Hijo de Dios y Me siguieron.

Su fe era probablemente también una convencida, la voz interior les decía quién era Yo, y su vida de amor, que fue la razón por la que los elegí para ser Mis discípulos, también les dio el poder de la cognición, y aun así, a menudo dudaban de Mí; Una y otra vez surgieron dudas en ellos y para fortalecerlos, Me di a conocer a ellos en varias ocasiones, Me revelé a ellos en Mi Divinidad, iluminé su espíritu, abrí su visión interior para que vieron la multitud de ángeles que Me servían y quedaron libres de toda duda acerca de Mi Divinidad. Y sin embargo, su fe era débil.... Me mostré a ellos en todo poder, y una y otra vez vacilaron, de modo que tuve que revelarme a ellos una y otra vez, porque ellos debían obrar como Mis discípulos, porque ellos debían que presentar Mi Enseñanza y llevar el Evangelio a los seres humanos y por lo tanto tenían que ser profundamente fieles ellos mismos. Y porque Me vieron, creyeron....

Pero Yo alabo al bendito a los que no ven y, sin embargo, creen.... Porque su fe debe ser estimada mucho más, porque no se puede mostrar de ninguna manera y sólo se puede conquistar en el corazón a través de obras de amor, de oración y de reflexión.... Yo Me revelo también a ellos, pero sólo de tal modo que la fe reconozca primero la revelación como tal, y sin fe pueda ser rechazada. Pero el que quiera creer, también podrá hacerlo, porque Mi Espíritu obra en él, si solamente cree en Mí como Amor, Sabiduría y omnipotencia y vive según Mi mandamiento de amor. Yo lo considero dichoso si adquiere la fe, si no necesita pruebas, si acepta como prueba sólo la obra del Espíritu, de la que también se puede dudar, pero que reconoce quien vive en el amor y por eso un día será bienaventurado....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise