4095 Gloria del reino espiritual....

2 de agosto de 1947: Libro 50

Y no tengo mayor preocupación que haceros participes de Mi reino, que con su gloria, con sus creaciones espirituales, ofrece unas bienaventuranzas inimaginables y que por tanto es muy deseable. Para poder ofreceros todo esto, es necesario que vosotros, los seres humanos, también estéis informados en qué consiste la gloria eterna, para que os esforcéis a alcanzar la salvación y cumpláis todas las condiciones que he puesto para lograr la salvación eterna. Debéis cumplir Mi voluntad inconsciente o conscientemente, es decir, debéis ser impulsados desde dentro a la actividad amorosa, y debéis practicar la actividad amorosa, educaros en el amor si no lo lleváis dentro de vosotros.

Y como tenéis una voluntad completamente debilitada y probablemente nunca cumpliríais estas Mis mandamientos si la vida terrena os diera plena satisfacción, vengo a vuestra ayuda de tal manera que no reconocéis Mi ayuda, sino que más bien dudáis de Mi voluntad de ayudar, como también en Mí y en Mi propia existencia. Os habéis quedado muy atrás en vuestra cognición; estáis en la cognición de aquellos que ya no están en contacto con el Poder primordial del que surgieron. Ya no tenéis ningún poder de juicio y por eso creéis en lo que se os presenta sin considerar hasta qué punto corresponde a la verdad lo que se os ofrece.

Y por eso Mi primera preocupación es la salvación de las almas, la transmisión de la Palabra pura. Primero tenéis que tomar ésta en vuestro corazón, de lo contrario no reconoceréis la verdad eterna ni lucharéis por alcanzarla. Y por eso vengo en vuestra ayuda en todos los sentidos, os traigo la luz para iluminar el camino todavía oscuro, os traigo la verdad eterna. Os la transmito a través de Mi Palabra y la confirmo a través de Mi influencia visible.... Yo cumplo lo que los videntes y profetas ya os han anunciado hace mucho tiempo.... Estoy añadiendo énfasis a Mi Palabra al poner a innumerables seres humanos en un estado de miedo del cual aún pueden huir hacia Mi en su necesidad. En cierto modo, utilizo los medios más severos posibles para influir, sin coacción, en el ser humano que todavía no es completamente de mala voluntad....

Inflijo mucho dolor a los humanos que todavía están demasiado apegados a la materia terrenal para que aprendan a superarla. Porque para poder disfrutar del reino espiritual en todo su esplendor primero hay que superar la materia por completo. Mi objetivo es vuestra felicidad, y es por eso que ahora tengo que infligiros una desgracia.... pero un día reconoceréis Mi cuidado, Mi amor por vosotros, y benditos sean aquellos que entonces estén en la puerta del Cielo, quienes ya no se dejen engañar por el mundo por el bien del reino espiritual. Bienaventurados los que están convencidos de Mi amor en la Tierra, que aceptan toda desgracia con resignación y saben que sólo les envío lo que es para su bien. Porque estos permanecen en la fe, y son Míos; de otra manera les faltaría la cognición.

Pero quien sabe acerca de Mi amor por Mis criaturas, no se deja afectar tanto por las desgracias, los sufrimientos y las penalidades que tienen una repercusión terrenal, aunque se acercan a él, porque a pesar de todas las dificultades de la vida, siempre tiene esperanza y una fe firme en Mi ayuda, porque reconoce Mi amor también en el sufrimiento y se arroja en los brazos del Padre como un niño, esperando Su ayuda. Pero también sabe que la vida en la Tierra es sólo una escuela para la vida en la eternidad y que por eso tiene que ser difícil para el ser humano, si el ser humano debe alcanzar la más suprema madurez espiritual en la Tierra. Y él mantiene Mi promesa: “Lo que ningún ojo humano jamás ha visto, y ningún oído humano jamás ha oído, he preparado para quienes Me aman....”

En verdad, Yo no conozco alegría más grande que hacer bienaventuradas a Mis criaturas, porque las amo desde el principio y jamás dejaré de amarlas. Aunque Mis criaturas Me hayan abandonado, no descanso en reconquistarlas. Porque nunca renunciaré a lo que una vez fue Mío y seguramente lograré también su regreso, aunque a menudo después de unos tiempos infinitamente largos. Pero para acortar su ausencia de Mí, que es un tiempo de miseria, utilizo todos los medios. Y así también en el último tiempo antes del fin, porque ahora hay un gran peligro de que ya no Me reconozcan, que ya no Me amen, y por lo tanto incluso Me niegan con una mente completamente apartada si no les ayudo de tal manera que tengan que reconocerme y puedan amarme, siempre y cuando sean de buena voluntad. Sin embargo, todo lo que hago está basado en Mi amor, que nunca termina y está eternamente dirigida hacia Mis criaturas....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

Descargas

Descargar cotizaciones para libro _book
 ePub  
 Kindle  
  Más descargas

Este Comunicación
Escuchar
descargar como MP3
Vista de impresión
 Manuscritos

Translations