Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4087
4087 Corto tiempo en libre albedrío... Largo tiempo en estado de obligación...
20 de julio de 1947: Libro 50
Fueron necesarios tiempos impensablemente largos antes de que se permitiera la encarnación de lo espiritual, a lo que se concedió la encarnación como ser humano debido a un cierto grado de madurez. Debía alcanzar este grado de madurez de antemano y esto mediante el servicio en las obras de creación, cuyo fin era la conservación y la propagación de las demás creaciones de Dios. En este largo tiempo sólo hubo una subordinación a la voluntad divina para lo espiritual para poder usar ahora libremente su libre albedrío como ser humano.
Pero el tiempo del libre albedrío es muy corto para lo espiritual en relación con el extremadamente largo tiempo anterior. Pero el breve tiempo puede traer ahora la madurez completa a lo espiritual, pero también traerle un renovado destierra en cuanto el ser se deja incitar por fuerzas malas que tratan de influenciarle mentalmente. Pero si el ser humano es los suficientemente fuerte para resistir estas influencias oscuras, entonces progresara hacia arriba muy rápidamente. Las penurias y necesidades del último de su encarnación pueden hacer que trate de acercarse a Dios por su propia voluntad y se someta voluntariamente a Dios. Entonces la existencia humana no es sin éxito para él, logra su objetivo en la tierra, una alta madurez del alma y la liberación de la forma, entra en las esferas de luz como un ser espiritual libre.
Este estado ahora corresponde a su estado original, de poder trabajar en plenitud de fuerza en medida ilimitada para la propia felicidad. Y este estado dura por toda la eternidad. Así que el tiempo infinitamente largo antes de la encarnación como ser humano es de nuevo sólo una breve fase en relación con la eternidad. Es una transición del mundo material al mundo espiritual, que ciertamente se extiende durante un cierto periodo de tiempo, pero que ya no se siente como mucho tiempo en el estado de luz, porque en el estado de bienaventuranza todo concepto de tiempo es apagado, y el alma también siente agradecida el sufrimiento anterior como una ayuda de Dios, que hace posible la ascensión de lo espiritual.
Así que solo lo imperfecto sentirá la duración del tiempo, mientras que lo que se ha vuelto perfecto, por otro lado, reconocerá todo como bendito que ha pasado antes y resultó en el estado de perfección. Todo el proceso de desarrollo ascendente se compone de tales fases, de las cuales cada una representa una eternidad, pero que para el ser perfecto solo significa un tiempo corto en comparación con la eternidad y se considera con gratitud como prueba del amor de Dios, Que ayuda a redimir lo imperfecto, por lo que quiere llevarlo a la perfección...
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise