Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3949
3949 Advertencia a la catástrofe de la naturaleza – Urgente exhortación a la preparación
1 de enero de 1947: Libro 49
A todos vosotros los que recibís Mi Palabra, os llamo Yo: Prepararos al tiempo venidero, el que os traerá grandes modificaciones en vuestras condiciones de vida, el que os pondrá ante grandes tareas espirituales y terrenales, y que por eso no podéis tormarlo con bastante seriedad, si no queréis tener daños en vuestras almas. Pues ya antes tenéis que sacar fuerza, porque exigencias demasiado grandes os serán hechas, tanto espiritual como terrenalnmente.
La vida terrenal os será y pesará de forma tan dura, que solamente Conmigo y Mi ayuda podéis soportarla, y por eso pues, tenéis que estar en primer lugar unidos a Mí, y permanecer unidos Conmigo, no podéis flaquear en vuestra fe pensando que Yo os he abandonado, pues sólo podéis encontrar consuelo y fuerza en la fe en Mí, entonces vendréis a Mí y Yo os ayudaré. Y por muchos que caigan de la fe alrededor vuestro en vista de la gran penuria que irrevocablemente vendrá, permaneced constantes y con el corazón dirigido a Mí, y me sentiréis a Mí y Mi Presencia, siempre encontraréis la ayuda que Yo os he prometido.
Todavía no sois capaces de creer en lo que Yo os he anunciado siempre y continuamente de nuevo, aún os parece incierto que Yo Mismo entre en aparición evidente. Pero sí, la hora se acerca cada vez más y con ella un cambio repentino por completo de las condiciones de vida.
Y a ello debéis prepararos, desprendiéndoos ya antes de toda materia, cediéndome a Mí solo vuestro modo de vivir ulterior y con plena fe en Mí, cuidar tan sólo de vuestra alma. Pues por mucho que os preocupéis no podéis manteneros lo terrenal, si Yo encuentro más provechoso para vosotros que lo perdáis.
Sin embargo, lo que Yo quiera manteneros, eso tampoco será tocado por las fuerzas de los elementos naturales, a través de las que Yo me expreso. Creed en que Yo dirijo el destino de cada uno de vosotros correspondientemente a Mi Amor y Sabiduría, y que cada preocupación miedosa es infundada. Yo Mismo cuido de los Míos del modo, que ya en la tierra puedan ellos alcanzar todavía la madurez más alta posible. Pues el tiempo hasta el fin no es más que muy corto, y eso significa para muchos también un tiempo de vida reducido en la tierra; ellos deben y pueden, no obstante, alcanzar la meta también en un tiempo mas acortado, porque Mi Amor les abre toda posibilitdad.
Por eso tomad con seriedad Mis Palabras, contad con un fin cercano y con la realización del suceso de la catástrofe natural antes del fin, y esperádla diariamente, pues ella viene sorprendidamente también para los Míos. Y a Mí confiádme ilimitadamente. Yo no os abandono eternamente, si vosotros pensáis sólo en Mí, y Yo os oígo, si en vuestro corazón me llamáis a Mí.
Pero antes aprovechad el corto tiempo abundantemente. Dejad toda ambición terrenal y tradad de ganar beneficios espirituales.
Y sédme fieles también en los apuros más grandes terrenales, y me tendréis al lado incesantemente como vuestro Ayudante, y con frecuencia exprimentaréis Mi manifiesta Ayuda milagrosa, porque esto os lo he prometido Y Mi Palabra es y será eternamente Verdad.
Creéd en ello y por lo tanto también en el gran tiempo de calamidad venidero y preparaos a él sacando continuamente fuerza de Mi Palabra directa, buscándome con más cariño que nunca y permaneciendo en constante contacto Conmigo a través de la oración y obras de caridad, pues necesitaréis mucha fuerza para que no os debilitéis, cuando Yo Mismo me exprese a través de las fuerzas de los elementos.
Pero igual lo que venga, no temáis nada, pues a los Míos los protejo Yo, para que en el último tiempo antes del fin ellos me sean en la tierra vigorosos apoyos, que me ayuden divulgando Mi Palabra, para que aún sean almas salvadas, las que son de buena voluntad.
Y vendrá así inesperadamente el fin, y sólo los pocos fieles sabrán qué cerca es el fin a todos, y estos vivirán conscientes, se ajustarán a ello, de que ellos tienen que aprobar el último combate, pero resistirán y esperarán la venida del Señor. Pues Él viene el día del Juicio a buscar a los Suyos hacia Sí, como Él Mismo lo ha anunciado en la Palabra y Escritura.
Amén
Traducido por Pilar Coors