Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3901

3901 El bien y el mal.... Ley desde la Eternidad....

11 de octubre de 1946: Libro 49

El mal también es permitido por Mí, pero jamás es Mi voluntad, porque el mal contradice Mi ley desde la Eternidad, es una dirección equivocada de la voluntad que se aleja de Mí y lucha por algo completamente impío.... un estado que contradice completamente del estado original de lo creado una vez por Mí.... Pero debe ser posible que este creado por Mí se esfuerce por el bien y el mal, por lo que el bien y el mal tienen que existir si el ser quiere permanecer perfecto o llegar a ser perfecto por el libre albedrío.

Todo lo que contradice Mi ley desde la Eternidad es malo, todo lo que permanece en Mi orden eterno es bueno; Pero que el ser pueda sentir o desarrollar su deseo hacia todas direcciones es Mi voluntad, y que pueda sentir cada deseo en su corazón, es Mi obra. Pero mi sabiduría y Mi amor son la base para que haya creado al ser de esta manera porque quiero conducirla a la felicidad eterna y esto requiere como condición un esfuerzo hacia lo bueno en el libre albedrío. Para poder desarrollar fuerza, también debe haber resistencia.... para ser bueno, un ser humano también tiene que tener la oportunidad de poder ser malo y de llegar a ser bueno o permanecer por su propia voluntad, de lo contrario su perfección sería puramente una obra de Mi amor, que sin embargo carece del grado más alto, porque el libre albedrío es indispensable, pero que primero tiene que ser probado.

El mal nunca puede ser llamado bien y presentado como proveniente de Mí, aunque también dejo espacio para el mal, aunque lo permito. Los malos pensamientos, las malas palabras y las malas acciones están fuera de Mi orden divino.... Pero si Yo, en virtud de Mi voluntad, impidiera al ser humano pensar mal, hablar mal y actuar mal, no sería un una criatura libre, independiente y autónoma, sino simplemente un producto de Mi fuerza de voluntad, pero que nunca podría pretender llegar a ser perfecta. Pero quiero formar criaturas, a las que quiero irradiar con Mi poder de amor y, por tanto, hacerlas extremadamente felices.

Y para ello es necesario haber superado la prueba de voluntad, esforzándose por iniciativa propia y con total libre albedrío por alcanzar el más alto grado de perfección.... Y eso requiere también la posibilidad de poder hundirse en el estado de imperfección, de la estancia más alejada de Mí. Mi voluntad es y sigue siendo buena hasta toda la eternidad, y lo que voluntariamente se somete a Mi voluntad será y seguirá siendo bueno; Lo que actúa en contra de Mi voluntad, por tanto, prefiere el mal, y Yo no lo impido, pero se priva de su perfección, no pasa la prueba de la voluntad y, una vez que se ha hundido en lo más profundo, tiene que inevitablemente esforzarse nuevamente hacia arriba en el libre albedrío, aunque se necesita un tiempo interminable para volver al grado de perfección que permite Mi cercanía.

Y es por eso que hay que darle una cierta libertad de acción a su voluntad; tiene que ser posible actuar en contra del eterno orden divino, que Yo nunca puede aprobar y que tampoco nunca es Mi voluntad. Por eso el bien y el mal permanecerán hasta que todo lo espiritual sea redimido, es decir, hasta que todo lo que ha surgido de Mí haya pasado la prueba de la voluntad para luchar por el bien, por lo divino en el libre albedrío, hasta que Me haya encontrado en el libre albedrío y como ser sumamente perfecto ahora puede disfrutar de todos los deleites de la bienaventuranza eterna....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise