Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3803
3803 Subordinación de la voluntad - Fuerza sobrenatural
17 de junio de 1946: Libro 48
Una fuerza sobrenatural está a vuestra disposición tan pronto como hagáis Mi Voluntad en vuestra propia voluntad. Entonces obro Yo en vosotros, y en verdad cosas que sobrepasan vuestra capacidad natural. ¿ Mas cómo ha de ser vuestra voluntad para que se ajuste por completo a la Mía?
No debéis querer nada que contradice a Mi precepto eterno, lo que es en contra del Orden divino, el único que porta en sí Mi Voluntad. Por lo tanto tenéis que tomar muy a pecho Mi Voluntad en todo momento, tenéis que hacer siempre lo que Yo pido de vosotros, es decir, cumplir Mi Precepto del Amor. Porque en el Amor yace Mi Ley eterna, el Amor pone Mi Voluntad en movimiento, Amor es Mi sustancia intrínsica, primordial, Amor es la Fuerza que sustenta y mantiene todo, y Mi Voluntad sólo puede ser siempre, que se haga el Precepto del Amor como principio fundamental de todo, entonces es cuando estáis en la plena posesión de la Fuerza que se origina en Mí, Quien en sí es el Amor. Y entonces podéis también obrar ilimitadamente, podéis ejecutar cosas que meramente humanas no son posible, sin embargo, para cada hombre realizables con la fuerza del amor, de quien se ha subordinado y puesto al abrigo de Mi Precepto.
Por lo cual tratad de convertir por completo vuestro ser en amor, y nada será inaccesible en vuestro actuar. Vosotros podéis mandar sobre hombres y animales sobre los elementos de la naturaleza, porque siempre es en entonces Mi Voluntad, la que os induce, determina y motiva, y nada le es imposible a Mi Voluntad, a Mi Fuerza. a Mi Fuerza. Entonces estáis dispensado también de toda responsabilitdad, pues tan pronto come os domina Mi Voluntad, porque os habéis libremente surbordinado a Mí, acutáis, correspondientemente a Mi Voluntad, y tiene que estar bien lo que ahora hagáis y para Mí Placentero.
Y Yan en la tierra podéis ser sumamente poderosos, porque en cualquier hora tenéis permiso de apropiaros Mi Poder, así que tengáis la misma voluntad como es la Mia, y entonces estáis impulsados por vuestro espíritu a pensar o actuar en esto o aquello. Y podréis ejecutar lo que queréis, porque pensáis y obráis entonces Conmigo y con Mi Fuerza. Vosotros seréis capaces de apartar y prevenir el sufrimiento y la necesidad, cuando os induzca el amor a ayudar a los hombres, y podréis ordenar a los elementos, curar a enfermos, y hacer milagros de toda clase, pues es sólo Mi Fuerza que viene a expresarse en vosotros, y con Mi Fuerza nada os es imposible. Por lo que Yo quiero que vuestra voluntad se subordine plenamente a la Mía, de tal modo que entonces no queréis de otra forma más que como Yo y Yo pueda obrar a través de vosotros.
Amén
Traducido por Pilar Coors