Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3798
3798 La compulsión espiritual no es buena para el alma...
12 de junio de 1946: Libro 48
No se debe ejercer una compulsión espiritual sobre ninguna persona para pueda llegar a ser perfecto en la tierra. Y es por eso que se le debe acercar la Palabra de Dios una y otra vez, a la que luego tiene que posicionarse ella misma en el libre albedrío. Solo debe saber del mandamiento de amor, pero cualquier otro mandamiento afecta su libre albedrío y, por lo tanto, no es conducente para el desarrollo superior del alma. Si una persona lidia con este mandamiento de amor divino, entonces su voluntad también empieza a estar activa tan pronto como acepta este mandamiento. Entonces su pensar y actuar son libres, corresponde a la dirección de su voluntad a favor o en contra de Dios, y cada acción ahora es evaluada por Dios de acuerdo con esta voluntad.
Pero si se ejerce la más mínima compulsión, si los mandamientos inducen ciertas acciones, entonces quedan sin ningún valor más profundo ante Dios, tan pronto como son efectos de esos mandamientos, pero no de la más libre voluntad del hombre. Y este es un uso de la fuerza vital sin ninguna bendición para el alma. Vosotros los humanos tenéis que distinguir entre la determinación original de lo espiritual y el estado completamente impotente en el momento de su caminar sobre la tierra... Y debéis saber que esto fue solo el resultado de vuestra propia voluntad equivocada.
Es comprensible que se debe luchar y alcanzar de nuevo el estado primordial con el total libre albedrío, lo que elimina toda ley obligatoria durante la última etapa como ser humano. Ahora se le puede mostrar al hombre el camino correcto a través del mandamiento de amar a Dios y al prójimo. Y este mandamiento sólo debe dárselo en forma de enseñanza divina, que se le acercará como Palabra de Dios, y que ahora exige su propia posición más libre en ella. De ninguna manera debe sentirse obligado a hacerlo por castigo o promesa de salario, solo el efecto de una vida de amor o una vida en el desamor deben ser tomados contra él, de modo que su propio sentido de responsabilidad se despierte hacia su alma.
Pero esto no significa una compulsión para el alma del hombre, porque mientras no dirija seriamente su voluntad hacia Dios, también le falta la fe en todo, en Dios, en la supervivencia del alma y en una responsabilidad posterior después de su muerte... Y mientras tanto cualquier explicación espiritual no significa una compulsión a creer, ninguna restricción del libre albedrío... Sin embargo, puede practicar el amor por propia iniciativa, y como resultado entrará en un estado de conocimiento débil y ahora tomará una posición sería sobre la Palabra de Dios... y esto por completo libre albedrío.
Toda compulsión espiritual debe ser eliminada, porque solo es un detrimento para el alma del hombre. Pero la enseñanza de Cristo debe difundirse diligentemente, y los que son de buena voluntad la aceptarán y arreglarán sus vidas en consecuencia. Se esforzarán por lo más alto y lograrán el agrado de Dios porque su voluntad se ha inclinado libremente hacia Él y solo esto se valora...
Amén
Traducido por Hans-Dieter Heise