Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3760
3760 Transitoriedad de lo terrenal.... Necesidad antes del fin....
4 de mayo de 1946: Libro 47
Todo lo terrenal es transitorio.... ¿Por qué entonces dais tanta importancia a lo transitorio, mientras ignoráis lo imperecedero, vuestra alma? No se os puede demostrar la inmortalidad del alma, pero podéis reconocer la transitoriedad de todo lo terrenal cada día y cada hora y, partir de esta cognición ajustar vuestro esfuerzo para ser menos material. Y cuanto menos deseéis las cosas terrenales, más perspicaz os volveréis en relación al alma y su objetivo y destino. Por eso se os mostrará tan de cerca la transitoriedad de las cosas terrenales para liberaros de los deseos de ellas, para que entonces el alma reciba más atención y alcancéis la cognición.
El cuerpo, sin embargo, tiene constantemente sus necesidades mientras vive, y estas deben ser tenidas en cuenta por el ser humano en el cumplimiento de su tarea terrenal, en el cumplimiento de los deberes que la vida terrenal le exige, al estar constantemente activo. Pero debe llegar a la cognición que la vida terrenal le fue dada para lograr un objetivo en la Tierra, y debe tratar de explorar este objetivo.... No debe buscarlo en las riquezas terrenales, razón por la cual se le aclara constantemente la transitoriedad de las mismas.
Cualquiera que se tome en serio de descubrir su propósito de la vida terrenal pronto llegará a la cognición correcta, porque para esto Dios le dio el entendimiento, la capacidad, de reflexionar sobre sí mismo y de todo lo que puede observar a su alrededor. Y la voluntad seria de encontrar la explicación correcta al respecto también le asegura el éxito, pensará recta y verazmente y reconocerá la vida del alma, que es imperecedera, como lo más importante y se esforzará en la Tierra por adquirir la vida eterna para el alma. La cognición de la inutilidad de los bienes terrenales debe disuadirlo de luchar por ellos con demasiado celo, pero la creencia en la vida continua del alma debe estimularlo a esforzarse con mayor entusiasmo por los bienes espirituales.
Y este es el objetivo de la gran destrucción que se avecina por la voluntad de Dios, que aún está por llegar para los humanos, para que reflexionen seriamente acerca de sus almas y tomen cada vez más conciencia de la inutilidad de luchar por los bienes terrenales. A pesar de la gran necesidad terrenal, todavía se les valora demasiado, y mientras el alma corre el peligro de volverse completamente mundana, Dios toma medidas dolorosas para ayudarlos.... Él les quita todo a los humanos porque no están dispuestos a renunciar a ello voluntariamente, porque lo anteponen a las necesidades del alma y por lo tanto ignoran por completo su propósito de su vida en la Tierra.
Es una última amonestación y advertencia, un último medio antes del fin, que ciertamente es muy doloroso, pero que puede ser aún muy sanador si el ser humano quiere entender el lenguaje de Dios y dejarlo llegar a su corazón. El tiempo hasta el fin es corto, pero aún puede ser muy valioso para el alma, siempre y cuando el ser humano deje de un lado las preocupaciones terrenales y cuide diligentemente del alma, esforzándose seriamente por los bienes espirituales, por bienes imperecederos que significan vida para el alma en el reino espiritual cuando parte de esta Tierra....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise