Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3738
3738 La intervención de Dios a favor de los incrédulos....
7 de abril de 1946: Libro 47
Quien no quiera aceptar el Evangelio, que Yo envío a los seres humanos a través de vosotros, a éste no tratad de convencerle, porque si su libre albedrío no se activa, si no tiene la voluntad interior de estar en la verdad pura, Mi palabra también pierde su efecto, y no suena diferente a cualquier otra palabra hablada, y por lo tanto no tiene poder. Donde falta la voluntad a la verdad, habrá poco éxito, pero la gran necesidad terrenal puede dejar que esta voluntad se vuelva activa, así como también puede causar que los seres humanos Me nieguen por completo.
Y siempre existirá una lucha entre los seres humanos que luchar por la verdad y quienes la rechazan, y estos últimos los superarán en número. Porque Mi oponente se esfuerza constantemente por apagar toda luz, y obrará particularmente muy intensamente donde haya una fuente de luz y su obra quedará clara. Los seres humanos mismos probablemente podrían imposibilitar su obra a través de su resistencia, pero entonces tendrían que obtener la fuerza de Mi Palabra si quisieran resistir, pero no pueden reunir esta voluntad. Lo que ofrezco a los seres humanos es tan brillante y claro que cualquiera que lo examine seriamente puede reconocerlo como verdad.
Pero la falta de voluntad para probar y el cumplimiento de las sugerencias de Mi oponente también hace que el pensamiento del ser humano sea débil e incapaz de juzgar. Y la obra de Mi Espíritu no es reconocida porque no quiere ser reconocida. La voluntad de rechazar Mi Palabra es más fuerte que la voluntad de ponerla a prueba. Y entonces cada palabra será en vano para vosotros, entonces sólo quedará la última opción: romper esta fuerte voluntad en contra:.... presentándome en la forma previamente anunciada.... Si este último medio no logra su efecto, entonces los seres humanos nunca podrán ser guiados hacia la verdad, y entonces el camino hacia la felicidad se les cerrará, porque su voluntad es libre y Yo no la fuerzo.
Pero uso el último recurso irrevocablemente, porque Mi Palabra es verdad, y también quiero demostrar la verdad de Mi Palabra a los incrédulos. Pero esta prueba será muy dolorosa, y acabará con la vida de innumerables seres humanos en la Tierra, cuyas almas tendrán que continuar la lucha espiritual en el más allá con mayor o menor dificultad. Y si la voluntad del individuo no es completamente dura y está alejada de Mí, esta última intervención Mía todavía puede provocar un cambio en la voluntad.
Y es por eso que la llevo a cabo, porque cada alma Me es querida y quiero salvarlas de la destrucción, porque quiero darle a cada alma la oportunidad de separarse del poder contrario y poder reconocerme a Mí y Mi obra en la intervención. Porque esta cognición es el comienzo del cambio, que el alma entonces puede continuar en la Tierra o en el más allá con un éxito más rápido porque su resistencia se rompe y puede aceptar Mi transmisión de fuerza si lo desea. La dura voluntad de muchos seres humanos requiere una dura escuela, y por eso Me expresaré tan pronto como llegue la hora que he determinado desde la eternidad....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise