Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3705
3705 Oficio de enseñanza de los discípulos antes del fin....
6 de marzo de 1946: Libro 47
Y si queréis enseñar, tenéis que llevarme a Mí Mismo en vuestro corazón para que Yo pueda obrar a través de vosotros, que pueda poner las palabras en vuestra boca y así digáis siempre las cosas correctas en Mi nombre. Así que nunca os está permitido proclamar Mi Palabra por el bien del éxito terrenal, sino que el amor de vuestro corazón debe impulsaros a ello, porque el Amor soy Yo Mismo, y si sentís amor por vuestros semejantes y queréis ayudarlos de su necesidad espiritual, vosotros también Me lleváis dentro de vosotros. Y entonces vuestra actividad docente será bendecida, y entonces también podréis lograr más o menos éxito, según el amor de vuestros semejantes....
Os envío al mundo, nuevamente como mis discípulos, para difundir la enseñanza del amor.... Porque de prestar atención y seguirla depende tanto el bienestar espiritual como el terrenal de los seres humanos. y el mandamiento del amor tiene que ser proclamado con toda urgencia, y esto, por lo tanto, requiere servidores terrenales voluntariosos y creyentes que están siempre devotos a Mí, que se sienten mis discípulos, que hayan recibido sabiduría de Mí, que están activos en el amor ellos mismos y, por lo tanto, pueden estar activos en la Tierra como Mis herramientas.... las cuales pueden proclamar Mi voluntad, dondequiera que pongan su pie.
Deben enseñar, es decir, difundir la verdad pura, deben presentar la bendición y el poder del amor y la fe a sus semejantes, deben presentarles los efectos del estilo de vida terrenal en el más allá, deben despertar y fortalecer su fe en Mi obra de Salvación y anunciarles el fin que se acerca, que exige una atención urgente y deben avisarles a las señales y milagros a través de las cuales Dios Se revela en Su amor antes del fin, para fortalecer a los humanos en la fe y hacerlos dispuestos para recibir la fuerza de Mí.
Yo Mismo quiero obrar a través de mis discípulos y, por lo tanto, poder tomar residencia en sus corazones. Por eso el corazón tiene que sentir un fuerte amor por Mí y por los semejantes, tiene que sentir la gran necesidad espiritual y el deseo de ayudar, y a través del amor se transformará en un recipiente de Mi Espíritu.... Entonces Yo mismo podré tomar residencia en el corazón de Mi discípulo y pueda obrar si obstáculos.... y él enseñará lo que Yo pongo en su corazón y en su boca....
Y así no necesitáis temer no estar a la altura de vuestra tarea, porque si os dedicáis a Mí y os ofrecéis a Mí para una actividad en la Tierra sumamente significativo y urgente, entonces ya no lleváis a cabo esta tarea vosotros solos, sino que sólo estáis ayudándome para poder obrar en la Tierra a través de vuestra voluntad.... Y recibiréis la fuerza de estar constantemente activos en el amor y, por lo tanto, atraerme cada vez más íntimamente hacia vosotros.... Y ahora Yo puedo enseñar, de la misma manera que enseñe en la Tierra a través de vosotros, discípulos Míos, a quienes destiné este oficio de enseñanza en la cognición de vuestra voluntad.
Probablemente os estoy formando para este oficio de enseñanza, porque quiero que estéis completamente penetrados por el conocimiento que se supone que debéis representar. Pero si sois activos en la enseñanza, soy Yo Mismo, Quien Se expresa, Quien deja que cada pensamiento, cada palabra cobre vida en vosotros, Quien por tanto os hace pensar y hablar según Mi voluntad, y esto siempre en el marco de lo natural por el bien de los semejantes, para que os escuchen a vosotros, si no quieren escucharme a Mí, si no quieren creer que Yo Mismo Me expreso a través de vosotros.
Entonces aceptan las palabras como vuestros bienes de pensar y no se ven obligados a creer. Pero no expresaréis nada más de lo que Mi voluntad permita, no podréis difundir ningún error porque Yo, como Verdad Eterna, os protejo de ello. Y por eso debéis estar activos en Mi nombre siempre y constantemente, porque el tiempo es corto hasta el fin y debe ser aprovechado de cualquier manera para el bienestar espiritual de aquellos que están en gran necesidad....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise