Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3695
3695 El obrar manifiesto del Espíritu unído con una misión
23 de febrero de 1946: Libro 47
El obrar manifiesto del Espíritu unído con una misión. Si estuvieséis siempre consagrados a Mí, animados por la voluntad de servirme y estar activos en la tierra para Mi Reíno, si es eso necesario, entonces seriáis en verdad Mis hijos también y llenos del Espíritu, que siempre e incesantemente os instruye. Pero así son sólo pocos que dejan en sí que obre el Espíritu precisamente a causa de su voluntad, lo cual sin embargo no excluye que también vosotros otros fuerais capacitados para ello, si os esforzaráis en hacer, lo que Yo os anuncio a través de aquellos y manifiesto, si en libre voluntad os formáis en amor y participáis en la redención de las almas erradas en la tierra.
Mi Espíritu obra en verdad en muchos hombres, si se hacen tan sólo dignos de Mi obrar, pero es reconociblemente visible en los hombres en forma de instrucciónes más regulares, sólo entonces, si el hombre debe ser formado para una activídad por encargo de Mi. Si ha sido llamado en la tierra a una función, si él debe trabajar para Mi Reíno. Pues entonces tiene que estar anteriormente introducído en un saber o conocimiento, porque es su misión, el divulgar la Verdad. La pura Verdad puede sentir en sí, un hombre que vive en Mi Voluntad, y que constantemente practica el desprendido amor al prójimo, ella puede estar en él como ideario, porque eso es también el obrar de Mi Espíritu, de que Yo ordene la mente de un hombre, de que Yo la dirija en buen camino, desde el momento que cuente entre los Míos a causa de una conducta de Mi agrado. Pero eso sí, que ese ideario siempre estará de acuerdo con la eterna Verdad, la cual Yo les proporciono a aquellos, que como Mis servidores deben trabajar en la tierra en el último tiempo antes la fin. Pues la Verdad permanece siendo siempre y eternamente la misma, y todos los que se esfuerzan de vivir en Mi Voluntad y trabajan sin descanso en la transformación de su ser, todos los que aspiran a la perfección y Me piden por Mi asistencia, podrán constatar también la conformidad de sus pensamientos, porque eso es el obrar de Mi Espíritu.
Mas si el obrar del Espíritu se manifiesta evidentemente, entonces con ello, está también asociada una misión, entonces formo Yo a los hombres para una esfera de acciónm más grande. Y cada voluntad sería toma parte en la obra de redención, llevando la ayuda a los hombres en la mayor necesidad espíritual, se desbordará Mi Fuerza del Espíritu en dimensión elevada, como consecuencia, porque Yo bendigo a cada uno que se Me ofrece para ese trabajo, el que quiere cooperar a edificar Mi Reíno, y está dispuesto a aceptar el combate contra el poder, que trata de llevar a las almas, que son débiles, a la perdición. Yo sólo puedo exteriorizarme por boca humana, porque de otra manera significaría Mi obrar una fe forzosa. Y por eso lleno a todos con Mi Espíritu, que quieren dejarme hablar en sí. Y esto tiene que seros la aclaración, a vosotros, los que os escandalizáis de que Yo Me manifieste aisladamente y no allí, donde en primer lugar es esperada Mi actividad. Yo exijo el cumplimiento de otras condiciones, para que puede obrar a través de Mi Espíritu.
Mas donde se cumplen tales condiciones, allí estoy Yo también visiblemente reconocible. Y estas son Mis condiciones, de las que nunca jamás desisto, para derramar en toda plenitud a Mi Espíritu: De que seáís activos en el amor desprendido; que vosotros mismos os ofrezcáis a Mí, para trabajar en Mi Reino, que creáis en Mi obrar manifiesto, en un contacto y una unión directa Conmigo, y que creais, que Yo Mismo vengo a vosotros en la Palabra y que Me percibáis en el corazón, y que por eso escuchéis en el interior y aguardéis a Mi Palabra, de que os desprendáis por completo del mundo, aislándoos, y en todo el silencio mantengáis diálogo Conmigo, de otro modo no podéis percibir la voz fina del Espíritu, de que creáís, por tanto, sin la menor duda en el obrar de Mi Espíritu en vosotros.
Y si os considero dignos, sí reconzco la seriedad de vuestra voluntad, Me notaréis en la Fuerza de Mi Amor, de Mi Espíritu, que os ilumina y os atrae incesantemente a Mí. Y Mi Espíritu se desbordará en vosotros, reconoceréis la Verdad clara ylúcidamente, Yo os istrúiré y os formaré para una actividad en la tierra, y seréis bienaventurados de poderme servir a Mí.
Amén
Traducido por Pilar Coors