3612 Escuchar conscientemente dentro de uno mismo.... Voz del espíritu....

24 de noviembre de 1945: Libro 46

Escuchar conscientemente dentro de uno mismo promueve en gran medida el desarrollo espiritual, porque lo que esto hace posible es la recepción directa de fuerza del reino espiritual. Existe la voluntad de entrar en contacto con lo espiritual, es decir, con Dios, y donde existe la voluntad, también existe la garantía de que Dios Se acerca al ser humano, que Se dará a conocer a él, mentalmente o a través de la voz del espíritu, pero que sólo puede ser escuchada por aquel ser humano que se prepara para recibir los dones espirituales.

Pero éste dispone de un gran bendición.... Se le abre una fuente de la cual puede sacar constantemente un delicioso refresco. Dios Mismo le ofrece un don que debe promover su desarrollo ascendente porque proviene de Dios y es un medio para unificar el ser humano completamente con Dios. Se abre ante él una riqueza de gracia inaudita, tesoros que provienen del reino espiritual y son imperecederos, que el ser humano puede llevar consigo al reino espiritual y con los que puede trabajar allí, para su propia felicidad y para la salvación de innumerables almas que están necesitadas.

La riqueza espiritual que un ser humano recibe a través de la voz interior es a menudo tan amplia que no puede captarla ni utilizarla en toda su plenitud en la Tierra, pero en el ámbito espiritual será inimaginablemente feliz, porque la medida de su riqueza también la determina su propia actividad y el grado de su felicidad. Aceptó el don divino en el libre albedrío, trabajó en el libre albedrío para prepararse como estación receptora del poder del Espíritu, y Dios bendice su voluntad....

Él deja que Su Espíritu se haga eficaz en el ser humano, Él lo llena con fuerza y de gracia, le da conocimiento ilimitado y le introduce en la Verdad eterna.... Pero jamás podrá ofrecer este precioso don a un ser humano, que no hace nada de sí mismo para hacerse capaz de recibir, que descuida trabajar sobre sí mismo o no escucha conscientemente en su interior.... Porque impartirle riqueza espiritual significaba compulsión a creer y una maduración del alma contra su voluntad, que, sin embargo.... sería contraria a la ley del orden divino.

Quien permanece en diálogo secreto con Dios, quien Le pregunta y espera una respuesta y entonces escucha conscientemente en su interior, a éste Dios Se comunica mentalmente, Él dirige el pensamiento del ser humano en la dirección correcta, Él lo instruye según su fe y su madurez espiritual. Debido a que cada conexión con Dios a través de la oración o los pensamientos dirigidos hacia Él es una apertura del corazón al influjo de poder del reino espiritual, y entonces el ser humano siempre puede recibir fuerza y gracia, se convierte en un receptáculo del Espíritu divino, siempre y cuando sólo crea en la obra del Espíritu, en la obra de Dios en los seres humanos.

Esta fe es el prerrequisito para poder recibir, porque de lo contrario el ser humano no escucha conscientemente lo que le anuncia la voz del espíritu. Y esta fe sólo se encuentra rara vez, por la que la obra del espíritu sólo aparece raras veces. Y es por eso que la humanidad se encuentra en una necesidad espiritual porque ignora la fuente de vida, donde podría refrescarse y fortalecerse en cualquier momento. Sin fuerza espiritual un ser humano no puede madurar, no puede desarrollarse hacia arriba y permanece en el mismo nivel de desarrollo. Pero el poder espiritual sólo puede ser dirigido desde el reino espiritual a la Tierra y, por lo tanto, requiere una conexión del reino espiritual a la Tierra, que debe tener lugar a través del libre albedrío. Y donde falta esta voluntad, la humanidad permanece impotente, las almas están en angustia espiritual y no pueden ser ayudadas....

Y es por eso que Dios Se sirve de una persona que conscientemente se pone a disposición como mediador entre el reino espiritual y la Tierra.... quien, en la profunda creencia en la obra de Dios a través de Su Espíritu actúa como estación de recepción, que se configura a sí misma como estación de recepción del Espíritu divino a través de su voluntad de ayudar a los semejantes y para servir a Dios. Y la gracia divina ahora fluye hacia ella sin medida.... La fuente de la sabiduría divina se derrama en este recipiente para bendición de todos los que beben de eso, que no pasan por alta la fuente de la vida eterna, sino que más bien se refrescan y fortalecen en su camino por la vida. El camino hacia la altura será fácil para ellos; lo recorrerán de la mano de Dios y alcanzarán su meta con seguridad, porque Su don es precioso y garantiza el éxito espiritual a todo aquel que lo acepte de Su mano....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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