Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3605

3605 Mensajeros celestiales.... Seres espirituales para establecer el orden....

19 de noviembre de 1945: Libro 46

Cualquier cosa que os amenace, es Mi voluntad o Mi permiso. Es necesario para la madurez de vuestra alma y por eso debe ser reconocido como Mi voluntad y aceptado con devoción. Pero Yo, como Señor eterno de todos los destinos, determino el camino de la vida para cada individuo, y verdaderamente sólo para su bien. En Mi nombre están activos innumerables seres espirituales que siempre intervienen repetidamente para poner orden donde la voluntad humana ha causado desorden y, por lo tanto, los que son Míos siempre entrarán nuevamente en el orden si tan sólo Me dejan gobernar y no resisten a Mi guía amorosa.

En la confianza firme de Mi ayuda está la garantía del éxito de cualquier emprendimiento que emprendéis. Porque Yo ando al lado de vosotros en todos los caminos y os envió Mis mensajeros celestiales, quienes, aunque invisibles para vosotros, están a vuestro lado para ayudaros con consejos y acciones. Creed y confiad y no temáis, porque el Uno no duerme, ni os olvida, pero en los momentos de necesidad está más cerca de vosotros que nunca. Mi ojo paternal mira en los corazones de Sus hijos y sabe acerca de su necesidades y preocupaciones.... y aunque aparentemente cierro Mis oídos a vuestro llamado de auxilio.... Dirijo y dispongo todos los hilos para que se desenreden.... Y donde ninguna salvación parece posible, Yo conozco los medios y los caminos y puedo ayudaros, porque Mi poder es grande y Mi amor por vosotros es infinito.

Y por eso confiad en Mí y no os preocupéis ni tengáis miedo, no dejéis que los problemas terrenales os pesen.... El que permite que vengan sobre vosotros para la salvación de vuestras almas, también puede quitároslos en un momento, y Él también lo hace, si vosotros os entregáis a Él devotamente, si vosotros, como Mis verdaderos hijos esperad devotamente la ayuda del Padre, Que está con vosotros en todo momento.... Que no os abandona a las malas fuerzas si vosotros mismos os apartáis de ellas.... Tenéis Mi Palabra de la cual no debéis dudar, y Mi Palabra os promete siempre y constantemente protección y escudo. Y apegaos a esto y refugiaos en Mi corazón paternal y estaréis a salvos para siempre....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise