3584 Sin gracia no hay obras de amor....

21 de octubre de 1945: Libro 46

El seguimiento consciente de Mi Palabra sólo es posible para el ser humano cuando Me pide Mi gracia, cuando es consciente de su debilidad y Me pide fuerza. El ser humano no puede hacer nada por sus propias fuerzas, porque como ser imperfecto está privado de sus fuerzas, es decir, se ha vuelto impotente por su antigua apostasía de Mí. Y sólo podrá recuperar la posesión de la fuerza cuando se haya vuelto perfecto, es decir, cuando esté en la unión más estrecha Conmigo.

La vida terrenal es probablemente el medio para alcanzar la madurez, pero el ser humano aún está tanto tiempo sin transmisión de fuerza mientras esté en un estado de imperfección, y se queda imperfecto hasta que no se haya reconectado Conmigo a través del trabajo del amor y la oración. Porque también imparto poder y gracia a lo imperfecto, en cuanto Me lo pide al respecto. Sin embargo, si un ser humano cree que puede vivir y actuar bien sin reconocerme o pedirme ayuda, camina en el error, porque las acciones aparentemente buenas que realiza tienen entonces más raíces en el amor propio que en el amor verdadero al prójimo, que Yo exijo como confesión del amor hacia Mí.

Quien sea capaz de amar y realiza buenas obras en el sentimiento del amor al prójimo, no Me rechazara en su corazón, porque entonces ya se habrá hecho semejante a Mi Ser, y en él residirán la sabiduría y la fuerza de la cognición.... Ya posee un grado de perfección que le asegura Mi transmisión de fuerza. Y en sus pensamientos también ya está conectado Conmigo, reconociéndome como el Ser más perfecto y como Creador al Que debe su existencia y Que controla su destino. Porque el ser humano que ama lleva dentro de sí un conocimiento que Mi Espíritu le imparte en forma de pensamientos.... Pero el que no ama, que sólo permanece en el amor propio, difícilmente cumplirá Mis mandamientos, aunque quiera dar esta apariencia al mundo exterior. Le falta la fuerza, y lo que hace son obras de interés propio, no obras de amor al prójimo.

Cada ser humano necesita gracia y fuerza mientras sigue viviendo en la Tierra y aún no se haya transformado en amor. No puede ascender sin ayuda, porque él mismo ha perdido el estado de fuerza como esencia, que creía poder alejarse de Mí. Y ahora tiene que inevitablemente volver a Mí voluntariamente para poder recibir nuevamente la fuerza a través de la cual puede obrar en el amor. El ser humano tiene que acudir a Mí en oración y por tanto doblegar su voluntad para poder acercarse nuevamente hacia Mí, entonces Yo le daré fuerzas mediante las cuales podrá realizar ahora las obras que despierten Mi placer.... para que pueda realizar estas obras en amor.... Porque sólo el amor las hace valiosas y agradables para Mí.

Cada ser humano tiene que reclamar Mi gracia, de lo contrario permanecerá en el nivel de desarrollo en el que entró al comienzo de su encarnación como ser humano También se le ofrecen gracias, pero nunca se le obliga a aceptarlas ni a utilizarlas. Pero la gracia más grande es la oración.... la posibilidad de contactarme para pedir lo que le falta. Sin embargo, quien no Me reconoce y en consecuencia no Me reza, pidiéndome apoyo y fuerza, no tiene la fuerza necesaria para un desarrollo superior. No podrá ser activo en el amor ni alcanzar el conocimiento correcto, y la maduración de su alma no será posible en la Tierra, porque donde Yo no puedo obrar con Mi gracia, hay imperfección y el ser queda impotente y no puede realizar nada por sí solo....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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