3582 Intercesión a través de otros seres humanos....
20 de octubre de 1945: Libro 46
Que poco sabio es evadir la conexión directa con Dios y querer utilizar a un prójimo, cuya oración le debe beneficiar. Dios sólo presta atención a la oración que se Le dirige a Él con el amor más profundo al prójimo, y la fuerza del amor viene ahora en ayuda del necesitado. Pero cualquier otra oración es inútil. En Su amor misericordioso, Dios envía sufrimiento y necesidad a los humanos para moverlos a confiarse a Él sin restricciones, para moverlos a establecer la relación correcta de un niño al Padre, porque sólo entonces la fuerza del amor divino puede tocar el corazón del ser humano y su alma es ayudada a través de esta afluencia de fuerza para desarrollarse espiritualmente hacia arriba.
Si se ignora esta conexión íntima, entonces la influencia de fuerza es sólo pequeña y sólo está garantizada si la intercesión por el prójimo proviene de un corazón amoroso.... De lo contrario, el ser humano queda completamente sin fuerza y su alma debe morir de hambre. Un ser humano nunca puede lograr la transformación del ser de su semejante, sino que éste mismo tiene que ser activo, él mismo tiene dirigir su voluntad hacia Dios y establecer una conexión con Él para poder recibir fuerza. Sólo la intercesión amorosa le es útil en el sentido de que se le da fuerza que levanta su voluntad debilitada.... para que a través de la intercesión reciba la fuerza para dirigirse él mismo hacia Dios.
Esta transmisión de fuerza es el resultado del amor a nuestros semejantes; pero sin amor toda oración es inútil, porque sólo el amor profundo hará que una oración sea enviada a Dios en espíritu y en verdad y entonces también tendrá éxito. Dios exige la conexión con Él que cada ser humano puede establecer si quiere. Quien confía en la oración de otro ser humano aún no tiene su voluntad dirigida hacia Dios, por lo que esa oración también quedará ineficaz. Un ser humano puede lograr mucho más con un suspiro sincero que con una larga oración sin esta intimidad, así como el pensamiento sincero a Dios le da más fuerza que una oración de intercesión a través de otros seres humano. Pero Dios evalúa el grado de amor de quien ora por sus semejantes, porque el amor siempre da fuerza y por eso incluso la intercesión amorosa no queda ineficaz.
Y es por eso que siempre le sobreviene al ser humano individual un gran sufrimiento y una amarga necesidad, porque no debe olvidarse de Aquel, Que es el único que puede ayudarlo, porque debe establecer la relación correcta que es la única que le asegura la transmisión de fuerza de Dios, y porque él mismo debe estar activo para poder lograr el éxito de su alma. Y los humanos no deberían olvidar que sus semejantes nunca pueden quitarles la responsabilidad, que cada uno tiene que ser responsable de sí mismo y, por tanto, tiene que actuar por sí mismo.... y que sólo pueden llevar a cabo esta actividad con la ayuda de Dios, a Quien deben invocar en oración sencilla pidiendo por fuerza y un amoroso cuidado para que puedan lograr su objetivo, para que sus almas maduren en la Tierra....
amén
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