3579 Fin de los tiempos.... Futuro.... Presente....
16 de octubre de 1945: Libro 46
Dios lo ha predicho a los seres humanos lo que sucederá a la Tierra según el plan de Salvación desde la eternidad.... No quiere que vivan el último día desprevenidos, no quiere sorprenderlos de repente en su imperfección, sin más bien, sino darles todavía muchas oportunidades de antemano para poder llegar a ser perfectos. Él quiere amonestarlos para que se ajusten espiritualmente, quiere advertirles de las consecuencias si no escuchan Sus advertencias, y quiere informar a los que son Suyos sobre las cosas que aparecerán en los últimos tiempos para fortalecer su fe y darles esperanza y confianza en su salvación.
Él no deja que nada pase por la Tierra sin antes señalarlo a los seres humanos para que Lo reconozcan en todo lo que sucede. Pero nunca jamás Se desvía de Su eterno plan de Salvación, que ha sido considerado de Él con toda la sabiduría sabiendo su eficacia. Y así el fin probablemente puede tardar un poco, pero llegará irrevocablemente, y por eso todas las predicciones que se refieren al fin del mundo y a las señales del fin de los tiempos deben tomarse literalmente. Y el ser humano siempre puede esperar la hora del fin, siempre debe esperar que el fin se produzca en el presente, y por eso debe prestar mucha atención a la formación de sí mismo, de su alma, para que salga ilesa y que pueda aprobar ante Dios en el día del juicio.
En cuanto el ser humano pospone el fin para el futuro, es tibio y lento en su trabajo sobre sí mismo. Pero si cuenta con el presente, que en ello se cumplirán las predicciones de Dios, entonces también se toma en serio el cambio de su ser, y esto es lo que Dios quiere desde el principio, y Él impulsa a los seres humanos a transformar su naturaleza. Pero Sus anuncios también se harán presentes algún día; se cumplirán según Su Palabra. Y cuando los humanos están al borde de ello, es menos probable que crean las predicciones, y esto ya demuestra que ha llegado el último momento.
Cuando ya nadie espere una transformación de la Tierra, cuando los seres humanos rechacen cualquier instrucción al respecto, cuando sólo miren todo lo que sucede en términos puramente terrenales y materiales e ignoren al Creador divino, es decir, nieguen cualquier correlación entre el destino de los humanos y la voluntad divina.... entonces la hora no está lejana, porque entonces la humanidad habrá alcanzado el grado de madurez que provocará el fin. Y entonces se cumplirán los anuncios de Dios según la Palabra, para el horror de los que no creen y, por tanto, no están preparados, y para alegría y consuelo de los pocos que esperan la última hora como hora de salvación de la mayor necesidad terrenal.
Porque un día el futuro también se convierte en presente, y aunque el amor de Dios es infinitamente grande, un día la justicia de Dios toma su lugar y pone fin a una situación desastrosa para lo espiritual en el universo, que aún no es perfecto. Y es por eso que el fin siempre debe presentarse ante los humanos; se les debe señalar la Palabra de Dios, Quien usa a Sus profetas para amonestar y advertir a los seres humanos, y así les habla a través de mediadores.... El fin es inminente, y bienaventurado los que se apegan a las predicciones y se preparan para ello. Porque llegará el día inesperadamente y barrerá de la Tierra todo ser viviente para ser enviado a la vida o muerte eterna, como Dios lo ha anunciado en palabra y escrito....
amén
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