Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3494
3494 Mandamiento del amor....
21 de julio de 1945: Libro 45
Y este es Mi mandamiento: que os améis unos a otros.... Quien tiene el espíritu despierto debe dar buen ejemplo, debe practicar el amor hacia sus semejantes, porque sólo así podrá demostrar su amor por Mí y Yo puedo obra en él. Porque Mi Espíritu sólo podrá expresarse donde está el amor, de lo contrario la voz del Espíritu dejará de sonar silenciosamente y no será escuchada. Quien tiene el espíritu despierto, por tanto, también tiene el deber de transmitir Mi don en el amor; debe estar constantemente activo y contribuir a la difusión de lo que él mismo escucha a través de la voz del espíritu: Porque esto es practicar el amor en el alma del prójimo, que se encuentra en una necesidad extremadamente grande y que necesita ayuda urgentemente. Dar amor para poder recibir amor es un ciclo constante en el reino espiritual, y así también para Mis siervos en la Tierra que están dispuestos a trabajar por Mi reino.
Al ofrecer Mi Palabra, el ser humano actúa de acuerdo con Mi mandamiento de amor, porque entonces distribuye lo absolutamente necesario para lograr la madurez del alma.... él da lo que él mismo ha recibido, lo que Mi amor le ofrece, tantas veces como él desea éste. Pero la necesidad espiritual es más es peor que la terrenal, y los seres humanos necesitan urgentemente ayuda, que, sin embargo, sólo les puede ser proporcionada por otros seres humanos, mientras ellos mismos no encuentren el camino hacia Mí. Pero aquellos que caminan por el camino correcto hacia Mí no deben pasar por alto descuidadamente a las almas que se equivocan. Deben llamarles a lo largo del camino que se dirigen hacia el destino correcto y deben llamar a los viajeros para que se unan a ellos; deberían presentarme a mí como objetivo por lo que todos los seres humanos deben esforzarse....
Y deben tratar de transmitirles Mi Palabra. Este es un servicio de amor para las almas a quienes se les debe ofrecer alimento espiritual si quieren lograr su objetivo en la Tierra. Porque la necesidad es grande.... los seres humanos en la Tierra no sólo mueren de hambre terrenalmente, sino también espiritualmente. Pero no se presta atención a la necesidad espiritual, sino una mayor preocupación por el cuerpo y sus necesidades los distrae por completo de la preocupación por el alma. Y sólo a través de boca humana pueden ser informados de la tarea de su vida, sólo a través de boca humana se les puede dar a conocer Mi voluntad y enseñarles el amor, porque Yo Mismo estoy demasiado lejos de ellos para que puedan oírme. Y por eso debéis practicar en ellos el amor y ser mediadores a través de los cuales Yo les hablo, para que escuchen Mi Palabra, pero puedan decidir en su libre albedrío si quieren aceptarla como Mi Palabra.
Pero se les debe llevar ayuda de alguna forma, porque su necesidad espiritual empeora de día a día, a pesar del sufrimiento y la tribulación que tendrían que cambiarlos y podrían resolver su necesidad. Por tanto, practicad el amor a vuestro prójimo acudiendo en ayuda de su alma. Reconoced la necesidad y tratad de controlarla mediantes constantes instrucciones y referencias al fin inminente. Aprovechad cada oportunidad para hablar de Mi amor, que también se expresa en un gran sufrimiento, porque éste debe conducir a los seres humanos hacia Mí, porque tengo deseos por Mis criaturas que han surgido de Mí, de Mi poder de amor, que no se disminuye para siempre y que quiere estar unido con lo que he creado. Pero sólo el amor puede lograr una unificación....
Y es por eso que hay que practicar el amor constantemente dondequiera que se tenga la oportunidad, para que la necesidad espiritual sea la primera en reducirse y entonces Yo pueda también reducir la necesidad terrenal de los seres humanos. Pero sin amor nadie puede ser feliz, sin amor no hay progreso espiritual y sin amor no hay acercamiento a Mí. Por eso el mandamiento del amor es el único y mayor, y Mi Palabra constantemente sólo enseña el amor al prójimo, a través del cual también se prueba el amor a Mí....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise