Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3470
3470 Entregarse a la voluntad de Dios....
20 de abril de 1945: Libro 45
Debéis aguantar todo en sumisión a la voluntad de Dios que Él envía sobre vosotros. Porque es un tiempo de prueba que os preparará para la lucha que estallará por el bien de lo espiritual. Tan pronto como salgáis de esta prueba con vuestra alma ilesa, también sobreviviréis al próximo periodo de lucha, donde es sumamente necesario que los seres humanos se mantengan firmes en su fe y la representan ante el mundo. Cada dificultad tiene el único propósito de haceros fuertes contra las tentaciones del mundo....
Debéis perder todo miedo, creyendo siempre en Dios, Que está ahí para ayudaros, Que os da fuerzas cuando amenazáis con debilitaros. Esta fe debe volverse firme e inquebrantable, debéis tener la firme convicción de que el mundo es impotente si Dios os toma bajo Su cuidado, y debéis sentir en el corazón que Él cuida de vosotros con su amoroso cuidado, tan pronto como queréis pertenecer a Él, tan pronto como queréis servirle y estar activos para Él en el último tiempo antes del fin.
Tenéis que confesaros ante el mundo por Él, tenéis que hablar en Su nombre sin temor y proclamar Sus Enseñanzas de amor, no debéis dejaros atemorizar por las amenazas del mundo, tampoco debéis temer la muerte física, pero tenéis que proclamar sin miedo el mensaje de Dios a todo aquel que quiera escucharlo.... Porque Dios Mismo quiere hablar a través de vosotros, debéis actuar como Sus herramientas para ayudar a vuestros semejantes y sacarlos del abismo en el que estarían irremediablemente perdidos.
Y para poder cumplir esta tarea vuestra fe tiene que ser tan fuerte que desparezcan todas las preocupaciones y seáis sólo servidores de Dios que ya no formen más parte del mundo terrenal. Y es por eso que Dios anteriormente os deja pasar por una formación dura, porque Él realmente sabe mejor cómo y cuándo os está garantizado el progreso espiritual. Pero Él nunca os deja solos, os acompaña en cada camino y Su mano protectora se posa sobre vosotros y os guía correctamente.
El contacto con el mundo espiritual nunca será interrumpido, porque los seres de luz guían vuestros pensamientos y no permiten que las fuerzas de las tinieblas se apoderen de vosotros, aunque estéis presionados por ellas. Pero estando bajo la protección de Dios podréis desterrarlas y no sufrir ningún daño en vuestra alma. Y, por tanto, no temáis, y reconoced el amor de Dios incluso en los sufrimientos y angustias de los tiempos.... Él os dirige y guía y podéis confiar confiadamente en Su guía, porque Él es vuestro Padre desde la eternidad, Que ama a Sus hijos entrañablemente.... amén
Traducido por Hans-Dieter Heise