3467 Relación con el mundo espiritual....

7 de abril de 1945: Libro 45

Todo contacto con el mundo espiritual es beneficioso para el alma siempre que se realice en el más puro esfuerzo espiritual, es decir, el ser humano desea la verdad y el conocimiento si se esfuerza por obtener beneficios para su alma y no piensa en objetivos o deseos terrenales. Y por eso es sólo beneficioso para los humanos si buscan obtener una visión del reino espiritual, porque entonces se les da información desde el lado espiritual, dependiendo de su deseo. Su alma siempre encontrará alimento, es decir, su hambre de conocimiento espiritual será satisfecha, porque en esto consiste la actividad de los seres en el reino espiritual, en distribuir conocimiento.

Pero esta relación con el mundo espiritual sólo puede establecerse con una fe firme en este último. Si esta fe no está presente, entonces no habrá respuesta del reino de los que saben, sino que las fuerzas alejadas de Dios tratarán de ejercer su influencia sobre los humanos, confundiendo sus pensamientos, es decir, introduciéndolos conscientemente en el error para apartar la fe en un reino de luz. Pero siempre hay fuerzas espirituales obrando que quieren apoderarse del pensamiento de los seres humanos, porque la batalla entre la luz y las tinieblas nunca termina, y la voluntad del ser humano mismo dirige el resultado en beneficioso o en detrimento de su alma.

Si el ser humano quiere la verdad, si quiere aclaración acerca de la vida espiritual, entonces las fuerzas del reino de la luz son poderosas y desplazan a las fuerzas de las tinieblas.... porque su busca la verdad, está buscando a Dios.... Pero si el ser humano persigue objetivos terrenales, si intenta utilizar sus conocimientos terrenales, será atrapado por fuerzas que quieren alejarlo cada vez más del reino espiritual. Y entonces el conocimiento que desea se le ofrece de una manera que no le satisface o no le permite reconocer el error en el que cae. Por eso el deseo de la verdad es crucial y por eso el ser humano es siempre responsable de lo que se le ofrece, porque él mismo invoca a las fuerzas que quieren comunicarse con él a través de su deseo.

Pero la voluntad de Dios nunca impedirá el contacto con el mundo espiritual, porque cada pensamiento es una iniciación de este contacto, cada pensamiento es un establecimiento de conexión con las fuerzas espirituales que siempre están listas para responder a las preguntas de los humanos. Pero así como en la Tierra los humanos pueden mantener conversaciones valiosas o superficiales y así enriquecer su conocimiento en consecuencia, así también en el mundo espiritual las ideas que los humanos desean se transmiten a la Tierra.... el conocimiento valioso se da a aquellos que buscan, los que anhelan la verdad, y los bienes espirituales que carecen de verdad o son inútiles, que también llegan a los humanos en forma de pensamientos que sólo tienen una mentalidad terrenal o no se esfuerzan espiritualmente. Porque la voluntad del ser humano mismo determina los bienes espirituales que le llegan.

Esto puede traer una bendición inimaginable, pero también puede tener efectos igualmente perjudiciales y desventajosos para las almas. Y es por eso que el contacto consciente con el mundo espiritual sólo es deseable cuando el deseo de la verdad penetra a los humanos; Sin embargo, para el ser humano de mentalidad terrenal puede ser un peligro y por eso es aconsejable evitarlo para ponérselo más difícil a las fuerzas de las tinieblas que intentan oscurecer completamente su espíritu. Porque el estado de madurez del alma determina qué fuerzas se acercan al humano y con qué conocimiento espiritual le consideran.

Pero el ser humano también entra en contacto inconscientemente con el mundo espiritual tan pronto como reflexiona y plantea preguntas que ahora le son respondidas mentalmente. Pero está relación inconsciente es menos peligrosa porque el ser humano cree que él mismo es el autor de sus pensamientos y por eso no les da mucho valor, mientras que se da más crédito a las comunicaciones del ámbito espiritual, lo que siempre significa un peligro para los humanos a los que las fuerzas oscuras tienen acceso. Pero el ser humano que se esfuerza por Dios y desea seriamente la verdad, está protegido de esas fuerzas por su deseo.... Puede escuchar, puede preguntar y exigir una respuesta, y siempre podrá estar seguro de que sólo será enseñado por las fuerzas cognoscentes.... que Dios Mismo le proporciona la verdad a través de ellas, porque él desea seriamente la verdad y por tanto también a Dios, Que es la Verdad Misma....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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