Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3466b

3466b “Mi reino no es de este mundo....”

3 de abril de 1945: Libro 45

Y Mi Espíritu estará con vosotros mientras todavía permanezcáis en la Tierra.... Y por eso Mi reino está en vosotros si Me seguís, porque sólo lo espiritual. Y el Espíritu de Mí envía su irradiación sobre vosotros, y así tomo posesión de vosotros, aunque todavía no se note en el cuerpo, que todavía está conectado con la materia terrenal. Pero Yo atraigo hacia Mi el espíritu que está en vosotros, y esto verdaderamente es el cumplimiento ya en la Tierra, porque cuando se hace Mío, ya ha tenido lugar la unificación con el Espíritu Padre, y la Tierra ya no lo obliga.... él deja a la Tierra, lo que le pertenece, pero Mi parte ha regresado voluntariamente a Mí, y su permanencia en la Tierra ya no durará mucho.

Quiero conquistar completamente vuestro corazones para Mí y quitar de ellos todo lo os impide conectarse Conmigo, Yo quiero matar todos los impulsos terrenales para que el alma sólo escuche el espíritu dentro de sí, para que pueda escucharme a Mi Mismo a través de ella.... Quiero purificar el alma para que Mi Espíritu de amor pueda irradiar a través de ella, para que resida en Mi reino, aunque todavía esté atada a la Tierra. Porque el amor en vosotros aún no es lo suficientemente fuerte para que las almas puedan plantarse ante Mi poder de amor, y por eso el sufrimiento aún debe matar el amor por el mundo, para que el amor del corazón sólo Me pertenezca a Mí y ahora también puedo responder para haceros felices. Pero quien trata de poseer Mi reino ya en la Tierra, Yo siempre y constantemente lo fortaleceré y allanaré sus caminos para que logre su objetivo.

Pero tenéis que sacrificarme todo lo que aún os une con la Tierra si queréis pertenecerme completa e indivisamente.... pero Yo os recompensaré mil veces más en el reino espiritual. Y, por tanto, permaneced firmes en vuestra fe en Mí, para que Yo pueda consideraros en la Tierra según vuestra fe.... Reclamad Mi fuerza y gracia volviendo vuestros pensamientos hacia Mí en señal de súplica; dejados guiar por Mi mano paternal, que verdaderamente os guiará correctamente, y sentidos seguros bajo Mi cuidado.... Porque os traigo Mi reino, que no es de este mundo.... Infundo paz en vuestro corazón, si Me lo ofrecéis, y no deseo de vosotros otra cosa que sólo vuestro amor, que éste Me desea con toda sinceridad, y la que también quiero cumplir haciéndoos felices hasta toda la eternidad....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise