Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3462

3462 Inmortalidad de las revelaciones divinas....

25 de marzo de 1945: Libro 45

Lo que Dios revela a aquellos que han de ser sus herramientas en el tiempo venidero permanece hasta que haya cumplido su propósito. Porque Dios no habla a los humanos para que no sea escuchado, sino que Su Palabra llegue a sus oídos, aunque entonces depende de la voluntad del ser humano si la escucha o la deja sonar descuidadamente. Dios habla a los humanos Palabras de amor, amonestación y advertencia, y deben escuchar estas Palabras cuando llegue el momento.... Porque Él quiere que sean ayudados en su necesidad espiritual porque ya no quieren y pueden ayudarse a sí mismos.

Y como ellos mismos tampoco escuchan la voz de Dios, que suena suavemente para quienes quieren oírla, Él les habla por bocas humanas.... Él Se da a conocer a un ser humano que debe transmitir Su voz, Su Palabra a los congéneres humanos.... Él no permitirá que esta Palabra pase una vez que haya llegado a la Tierra. Porque sería una transgresión de Su Palabra como la transgresión de Su poder proveniente de Él, lo cual es eternamente imposible.... Si Dios Mismo Se expresa, así Su poder es inconfundible, no hay transgresión de éste hasta que el poder se ha hecho efectivo.

Pero sólo llega a ser eficaz cuando Su Palabra es aceptada y considerada en el corazón.... La Palabra de Dios ciertamente puede ser rechazada por el ser humano, pero entonces su voluntad se ha vuelto activa de manera equivocada. Pero para que la voluntad se active, primero es necesario transmitir la Palabra al ser humano, y esta transmisión de la Palabra divina nunca será impedida por Dios, como sucedería, sin embargo, si la Palabra transmitida de Dios a la Tierra no pudiera ser escuchada por los humanos.

Cualquiera que haya captado el significado de la Palabra divina nunca dudará de la omnipotencia y el amor de Dios, Que siempre encontrará caminos y medios para completar Su obra.... Sus revelaciones no pertenecen al mundo terrenal, sino que provienen del reino espiritual y están destinados a guiar a los seres humanos de regreso al reino espiritual.... de modo que no caerán víctimas de los planes terrenales de destrucción, sino que serán preservados hasta que llegue el tiempo en el que la Palabra divina deberá ser difundida.

El alimento espiritual no es perecedero y entonces será ofrecido a los humanos cuando se estén hundiendo en la Tierra y ya no tengan fuerza para levantarse. Entonces necesitan fuerza divina, aliento divino, alimento y bebida para el cuerpo y el alma.... porque el cuerpo también se fortalecerá si toma el alimento espiritual. Y entonces el poder de la palabra divina debe hacerse efectivo dependiendo de la voluntad del ser humano, de cómo abre su corazón y permite que el poder fluya hacia él. Porque Dios da Su don sin medida, pero no lo impone a los humanos.... Pero nadie podrá decir que nunca se le ofreció alimento espiritual....

Dios considera a cada uno según su voluntad. Él tiene preparado para todos los seres humanos el don precioso, Su palabra, que Él Mismo lleva a la Tierra en Su gran amor misericordioso para ayudar a los congéneres humanos. Y asó protegerá a Su obra, así como también a todos aquellos que quieran servirle como herramienta, que son destinarios de la Palabra divina y tiene la tarea de transmitirla, que al final deben actuar como mediadores entre Dios y los seres humanos en el último tiempo que ha comenzado y que no durará mucho más.... Porque en este tiempo Dios ofrece a los humanos muchas gracias y, por tanto, también el don más preciso, Su Palabra, en la que Él Mismo desciende a los humanos para ayudarlos en su vida en la mayor necesidad espiritual....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise