Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3457

3457 El gran amor y guía de Dios....

4 de marzo de 1945: Libro 45

Quien desea estar cerca de Mí, no está lejos de Mí, sentirá Mi amor cuando su corazón se abra y se esfuerce hacia Mí. Deseo a Mis hijos y respeto a todo aquel que toma el camino hacia Mí. Vendré hacia él y lo llevaré de mano para que alcance su objetivo. Y por eso nadie debe sentirse solo o abandonado por Mi amor paternal, porque este amor nunca termina y está siempre y constantemente dirigido hacia Mis criaturas. Y si vosotros los humanos tenéis fe en Mi amor, vuestro destino terrenal es más fácil y no necesitáis preocuparos porque estáis convencidos de que Yo cuidaré de vosotros. Si creéis en Mi amor, entonces la paz más profunda entrará en vuestro corazón, que siente este amor y, por tanto, está lleno de confianza en el Padre, que no deja solo a Su hijo en su camino terrenal.

Pero tenéis que buscar de ganar fe en Mi amor imaginando siempre con qué amor os he guiado a través de todos los peligros, incluso si el sufrimiento y las dificultades fueron vuestros compañeros en el camino de vuestra vida terrenal. Tenéis que mirar todo lo que os rodea, la creación alrededor y por encima de vosotros.... y tenéis que reflexionar para qué propósito sirve.... tenéis que sacar el conocimiento al respecto de la fuente de la vida, de Mi Palabra, y reconocer también la Palabra misma como un don de gracia.... Y todo será una prueba de Mi amor por vosotros, que quiere conquistaros para siempre. La conciencia de estar en el circuito de Mi amor os hará felices y os dará la paz que el mundo nunca podrá daros.

Y ya que os amo, os añoro a vosotros y acepto con alegría cada corazón que responde a Mi deseo, que se esfuerza hacia Mí, que desea Mi Palabra y quiere dejarse cautivar por Mi amor. Lo considero en la más rica medida con Mi don de amor, con Mi Palabra.... por eso Yo Mismo vengo al niño terrenal que desea estar cerca de Mí y le hablo, de forma audible o mental según el grado de su amor que se expresa en su estilo de vida. Y no dejo fuera a nadie que levante sus ojos hacia Mí, que quiera ser Mi hijo....

Lo que una vez se alejó de Mí por su propia voluntad, Yo lo acerco de nuevo con Mi amor tan pronto como renuncia a su voluntad, es decir, la subordina a la Mía. Sólo exijo el cambio de voluntad, entonces tomo posesión de su corazón y nunca dejo que se hunda nuevamente en las profundidades. Porque Mi amor es sumamente grande y está eternamente dirigido a lo que una vez surgió de Mí y se perdió en las tinieblas. Lo llevo de regreso a la luz, y cuanto más amorosamente más dispuesto Me sigue....

Y serán sumamente felices Mis hijos que voluntariamente tomen Mi mano paternal y se dejen atraer por Mí. Porque lo que es Mi parte desde la eternidad también está destinada a obrar en bienaventuranza en el reino de la luz. Pero para ello debe llevar en sí Mi voluntad, debe haber renunciado a la suya, que está alejada de Mí, y haberse hecho completamente uno Conmigo.... Entonces son Mis verdaderos hijos a quienes Yo considero con Mi amor y los hago felices hasta toda la eternidad....

amor

Traducido por Hans-Dieter Heise