Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3450
3450 Libre albedrío.... Amor paternal....
27 de febrero de 1945: Libro 44
Yo no mando la voluntad del ser humano, sino que le dejo su libertad.... pero llamaré y atraeré a Mis criaturas mientras caminen sobre la Tierra como humanos, para conquistar su voluntad para siempre. Y ahora depende del ser humano mismo si viene a Mí voluntariamente y no necesita Mi suave presión.... si se somete a la suave presión o la resiste, de modo que Yo tengo que dirigirlo y guiarlo de manera más tangible.... hacia Mí.... Depende de él qué relación establece, si ahora siente Mi suave mano paternal o si tengo que intervenir de manera educativa con dureza y severidad.
Siempre es el amor por Mis criaturas que Me determina de tocarlas de tal manera como lo necesitan para que no se pierdan para siempre. Pero ellas mismas sentirán poco de Mi amor mientras se resistan a Mí y Me obliguen a utilizar medios en los que no ven el amor paternal. Y, sin embargo, es amor.... Y cualquier gentileza hacia ellas, cualquier concesión de peticiones terrenales para el bienestar del cuerpo sería una crueldad de Mi parte porque llevaría a la ruina de sus almas.
La vida en la Tierra pasa rápidamente y cada día debe ser aprovechado para la maduración de las almas. Y es por eso que el libre albedrío del ser humano debe volverse activo Pero la mayoría de las veces los humanos lo usan incorrectamente, no dirigen esta voluntad hacia Mí, sino hacia el mundo, que es el reino de Mi oponente. Pero Yo no fuerzo la voluntad.... Y por eso tengo que mostrar a los humanos la fugacidad del mundo, tengo que quitarles las alegrías terrenas para mostrarles lo equivocada que está la voluntad. Tengo que poner delante de ellos un objetivo diferente.... Tengo que acercarles las riquezas imperecederas, para que su voluntad se esfuerce por lograrlas y, por lo tanto, a Mí Mismo, Que Yo puedo darles las riquezas imperecederas, los bienes espirituales, si los desean.
Y es por eso que la materia terrestre debe avanzar hacia la disolución. Los humanos deben separarse de ella para reconocer y desear más fácilmente los bienes espirituales. Debo, por tanto, tratar de cambiar su voluntad para que se esfuerce hacia Mí en plena libertad, como es el objetivo del ser humano en la Tierra. Y cuanto más apegado está el corazón del ser humano a la materia, más dolorosamente lo golpea Mi amorosa mano paternal, que le quita para devolverle algo mucho mejor si está dispuesto a aceptar Mi don. Pero el aparente desastre que golpea a los humanos es una ayuda para sus almas, que ahora tienen que desprenderse de lo que no renuncian voluntariamente....
Intervengo dolorosamente en la vida de los seres humanos, pero sólo para salvar sus almas, para que se den cuenta de lo insignificante que es la materia terrenal, para que busquen bienes más valiosos que puedan encontrar más fácilmente, si no están atados de lo terrenal. Porque Mi amor reconoce los medios adecuados y los utiliza.... pero siempre depende de los seres humanos si hacen uso de Mi amor, si quieren dejarse guiar por Mi mano, que los lleva con seguridad hacia la meta.... Porque ciertamente dirijo su voluntad, pero no la fuerzo.... La voluntad humana es libre porque sin la libertad de la voluntad nunca puede llegar a ser perfecto....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise